Educación para la democracia y el desarrollo

La educación es el mayor activo con el que contamos para impulsar la democracia y el desarrollo de nuestro país. Al empoderar la mente de todos los estudiantes podremos lograr más ciencia y más trabajo; pero eso no es suficiente, pues necesitamos ciudadanos comprometidos en la construcción de una sociedad menos corrupta, desde una burocracia que sirva a la ciudadanía y no como la actual burocracia que está conduciéndonos a la bancarrota.

La democracia no se limita a elegir y ser elegidos a través del voto popular, tal como algunos políticos sostienen. Una democracia ideal significa el progreso de todos. Esto implica inculcar en el ecosistema educativo la práctica de la responsabilidad ciudadana en su entorno.

Se observa a menudo a muchos funcionarios públicos y algunos congresistas corruptos exigir "cupos" a sus trabajadores, como una forma insidiosa de extorsión. Según la Contraloría General de la República, la inconducta funcional en el año 2023 provocó una pérdida de S/ 24,268 millones, una cantidad que en términos prácticos representa el monto sustraído al país. El excontralor general Nelson Shack ya había señalado que con esa cifra se podría disminuir la pobreza en el Perú.

Este atropello funcional es un ataque perpetrado por muchos servidores públicos contra la ciudadanía, limitando las oportunidades de desarrollo. En consecuencia, si esto proviene de las personas, es fundamental educar a los niños y jóvenes durante su formación académica, practicando la cultura de la democracia participativa en la construcción de una sociedad más honrada.

De acuerdo con la UNESCO, los centros educativos son esenciales para establecer las bases de la formación de los ciudadanos comprometidos con el desarrollo. Conscientes de que los niños son participativos por naturaleza, los maestros debemos aprovechar, desde la infancia, potenciar el rol protagónico de los estudiantes en la vida académica y social.

Es sumamente relevante incorporar en el plan de estudios actividades que fomenten la participación comunitaria y el compromiso cívico. Los estudiantes deben adquirir habilidades para participar en su entorno social, con el objetivo de ayudar a resolver los diversos problemas, como la limpieza y mantenimiento de las áreas verdes.

Asimismo, los maestros y estudiantes pueden aliarse con las redes sociales para fomentar la democracia, promoviendo foros y discusiones virtuales en Facebook, Twitter y TikTok, sobre la participación ciudadana y democracia.

La promoción de una educación democrática, enfocada en la formación de personas capaces de asumir su compromiso ético con los demás garantizará el desarrollo de nuestro país.