Manuel Bernales Alvarado

¿Del ocaso de Keiko al acaso de Kenji?

Kenji ha capitalizado el afecto público por el patriarca

¿Del ocaso de Keiko al acaso de Kenji?
Manuel Bernales Alvarado
07 de marzo del 2018

 

Ex presidente del Perú y candidato a senador en el Imperio del Japón —por tener nacionalidad japonesa, por sus ancestros—, Alberto Fujimori Fujimori ¿imaginó alguna vez fundar una dinastía política luego de gobernar con el círculo íntimo de sus familiares, Montesinos y sus sucesivos colaboradores?

Lo visible es que los Fujimori aprendieron, desde la vida familiar, un modelo autoritario. ¿Alguien puede afirmar que tuvieron una infancia y adolescencia en una familia y una enseñanza democráticas? Pero no se puede negar que una persona tiene la facultad de cambiar hacia un modelo de persona y sociedad distinto del que interiorizó. La vida es cambio, adaptación y recurrencia. El indulto tiene dos caras: evidencia una lealtad patriarcal que comprendo, por encima de criterios legales, éticos y de civismo y moralidad; y es un hecho político, social y cultural, que ha tenido respaldo en el universo fujimorista y gubernamental, con algunas excepciones.

Kenji acaso ha capitalizado no solo el público afecto hacia el patriarca que manda en su otoño, sino también el intangible de la corriente vasta, amplia, diversa y socialmente compleja que su padre y aliados crearon. Pero las declaraciones de una congresista que ha pasado al lado de la fuerza testimonian que bajo el liderazgo de Keiko se ha impuesto una dictablanda, una regla autoritaria, que antes fue denunciada por Kenji y sus primeros seguidores. Es probable que este discurso continúe, aunque nadie acote que Kenji compartió ese liderazgo dominante, bajo el cual fue el más votado congresista, cuando fueron vencidos electoralmente.

PPK y su círculo de Gobierno, grupos de interés y de poder articulados y que comparten una ideología económica con el fujimorismo, para salvar sus cargos hicieron un acuerdo con el padre, el hijo y sus aliados. Pero hasta ahora no se ve una agenda de gobierno clara para el caso de que se llegue a superar el intento de vacancia.

El denostado proyecto de entrenamiento sin retribución monetaria para aprendices ha reiterado un rechazo principalmente contra el fujimorismo congresal y partidario de Keiko, mientras Kenji casi está por encima de toda sospecha. Tampoco el titular del modelo patriarcal ha presentado una enmienda a tal proyecto; ni por Twitter, porque probablemente sería calificado como oportunismo político.

La conducta presidencial en lo referido a la Cumbre de las Américas o sobre la cuestionada inversión en Chinchero ¿acaso será favorable a Kenji? Si continúa el desgajamiento del bloque parlamentario o partes de su extensa organización política, puede ser el comienzo del ocaso de Keiko. No es solo ni principalmente el juego del ajedrez en la política, sino del go, igo o baduc, que lleva a recurrir más a Sun Tzu, Maquiavelo y Gramsci que a von Clausewitz.

 

Manuel Bernales Alvarado
07 de marzo del 2018

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