Cesar Gutierrez
Cotización estable del crudo y Oriente Medio sin sobresaltos
Mercado no prevé escalamiento bélico regional
Los sucesivas muertes de líderes de Hamas y Hezbollah a fines de julio pasado originaron la especulación periodística de que habría una guerra de proporciones en Medio Oriente, denominada “guerra total”, que llevaría a un alza de la cotización del precio del crudo, que es una preocupación mundial porque introduce en la economía componentes inflacionarios y recesivos.
Si hay algo que permite hacer pronósticos de decisiones políticas es el comportamiento del precio del crudo, y lo experimentado en los mercados relevantes –Costa del Golfo USA (USGC), Mar del Norte y Dubái– es la estabilidad del precio. El más conocido para nosotros es la cotización del West Texas Intermediate (WTI,) que en la primera quincena de agosto se mantuvo en un rango de entre 73 y 77 US$/ barril.
Lo ocurrido en el terreno de los hechos no ha sido poca cosa. En primer término, fue el fallecimiento en Beirut (Líbano) en un ataque israelí, del líder militar del grupo Hezbollah, Fuad Shukr. Al día siguiente fue asesinado en Teherán el líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, sobre el que el gobierno de Israel no se ha atribuido autoría, pero que tampoco la ha negado.
El asesinato de Haniyeh ha sido un hecho trascendente, era un invitado del gobierno iraní a la asunción de mando del presidente de Irán, Massaud Pezesh, que sucedía en el mando a su antecesor, Ebrahim Raid, fallecido en un extraño accidente aéreo. En este contexto el Jefe Supremo de dicho país, Alí Jomenei, lanzó amenazas a los israelíes, sin embargo no tuvo mayor eco en los países de la región.
Las especulaciones de la intervención iraní pasaban por hostilidades a las embarcaciones navieras que transitan por el Estrecho de Ormuz, que es un paso entre Irán y Omán, por donde se transportan 17 millones de barriles diarios (MMBD) de crudo que representa el 20% de la demanda mundial.
Un análisis más agudo sobre las operaciones en el Estrecho de Ormuz concluye que no era posible, porque atentaría contra la economía iraní, que por esa vía exporta a China e India 1.6 MMBD. Esta ha sido una primera variable evaluada por los analistas de mercado.
La segunda variable, era un posible ataque a Israel desde Irán, pero la experiencia de abril pasado, del envío de 300 drones y misiles que fue fallido porque fueron interceptados casi en su totalidad, le quita mérito de peligrosidad a una nueva escalada que podría ser orquestada desde Teherán.
Un tercer punto considerado por los analistas es que, a pesar de la inefectividad iraní en el ataque, el solo hecho de realizarlo podría generar una reacción israelí que llevase a la adhesión bélica a otros países de la zona, que en una rápida pasada de revista, prácticamente solo quedó circunscrito al Líbano.
Otro ángulo evaluado ha sido el accionar de Irán ante hechos que significaban atentados contra personajes de élite: el caso del asesinato en Bagdad (Irak) en enero del 2020, de su líder militar Qasen Solimani; y en noviembre del mismo año de su connotado científico nuclear, Mohsen Fakhrizadeh. En ambos casos los asesinatos fueron perpetrados por el Mossad. La respuesta fue declarativa sin llegar a mayores.
A todo lo mencionado se ha sumado el acercamiento a la zona del Medio Oriente de la flota americana conformada por el submarino USS Georgia y los portaaviones: Abraham Lincoln y Theodore Roosevelt. La disuasión militar en su máxima expresión.
El conjunto de las razones citadas, que forma parte de la evaluación de los analistas que acompañan a los traders, han devenido en pronosticar que no se esperan sobresaltos en el precio del crudo.
Este recuento es importante para ilustrar la manera en que se maneja la cotización de los commodities en las ligas mayores del comercio internacional.
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