Iván Arenas

¡Con Pedrito Suárez-Vértiz no, por favor!

Campaña de difamación contra el conocido rockero peruano

¡Con Pedrito Suárez-Vértiz no, por favor!
Iván Arenas
08 de agosto del 2018

 

De lo que hoy se trata no es de política sino de guerra de religiones, de excomulgación, de cruzada. Esta dura batalla entre antifujimorismo y fujimorismo cada vez más se convierte en una tormenta inmensa y perfecta que puede llevarse todo. No hay lugar para la tolerancia, para el punto medio, para la calma. En las redes sociales Pedro Suárez-Vértiz es víctima de una campaña de lapidación. Otro capítulo más de las campañas de character assassination (asesinato de la reputación) en ese espacio virtual que se ha convertido en una arena romana.

En un mensaje algo extenso, el cantante Pedro Suárez-Vértiz se ha atrevido a llamar a la calma, a dejar el fanatismo inútil. Pedrito, nos cuenta cómo era el mundo antes de las redes sociales, ese espacio donde se arroja lodo con ventilador y donde cualquier bruto se vuelve un influencer palomilla con un tuit. En los ochenta el Perú estaba hecho hilachas, al punto de que los yanquis decían que el Perú era un país casi inviable. Durante aquella época de apagones, de Sendero y el MRTA, de inflación, de colas inmensas para comprar un pan, se formó toda una legión de rockeros, como nunca en la historia última. ¿Digan si hay otra mejor generación que esa?

Todo ello nos lo ha recordado Pedrito en un puñado de palabras que han sacudido las redes sociales. Y estas le han respondido con el clavo y el martillo para señalar al cantante su amistad silenciosa con el fujimorismo. Para ello, utilizan una foto casual con Keiko Fujimori. Es que si tú no eres antifujimorista entonces tu talento no es tal sino una invención absurda, y tu arte vale dos pesos. Un artista bueno debe ser antifujimorista y comprometido con los valores relativos de aquella facción. Menuda treta

¿Quiénes jodieron los ochenta, la década perdida? Fueron los políticos. ¿Acaso no es cierto? ¿Con qué aliciente un rockero, que va siempre contra el establishment, podría militar orgánicamente en algún partido político si era precisamente esos partidos los que jodían al Perú? Curiosamente el grueso de quienes critican y estrangulan a Pedrito piden “compromiso político”, demandan no voltearse frente a la realidad, exigen de todo; pero son los primeros en apartarse de la política porque “apesta”. Hacen leña a la política, pero no se atreven a dar el primer paso, comprometerse militantemente y tragarse los activos y pasivos de un militante cualquiera.

El arte “comprometido” fue el impulso de la propaganda soviética que sirvió, entre otras, para “alinear” a los artistas con los mandatos del Buró. Si no había “compromiso”, el artista estaba condenado al olvido y a la caverna. ¡Y que no se atreva a salir de allí!, porque el premio era el Gulag. En todo caso, un artista puede dedicarse a cantar loas a la necesidad de cambiar lo malo de la sociedad, pero otros tienen todo el derecho a abstraerse de eso. Y no por ello no dejan de ser artistas.

Habíamos dicho que la polarización religiosa amenaza con llevarse todo a su paso. Los fanáticos inundaron las caóticas calles revolucionarias de Francia, pero no imaginaron nunca que el orden napoleónico llegaría tarde o temprano. Igual sucede en las redes sociales, donde todos (de ambos bandos) se convierten en críticos apasionados, olvidando que la razón exige no dejarse pervertir por las pasiones. Un poquito de orden y tino, por favor. ¡Grande, Pedro!

 

Iván Arenas
08 de agosto del 2018

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