Cadena de valor

Hemos repetido hasta la saciedad, pero no nos cansaremos de hacerlo, que todos los peruanos queremos lo mejor para nuestro país y que todos también deseamos que nuestra población alcance estándares de bienestar apropiados. Las diferencias no están en las metas señaladas, sino en los caminos o senderos para llegar a ellas.

Es más que sabido que el llamado “Sendero Luminoso” no es el camino aconsejado. Y no solo eso, sino que tal ruta lo único que generó es muerte, lisiados, viudas y huérfanos, así como inenarrable sufrimiento, angustias y destrucción incuantificable.

Otros nos pintan como el sendero o camino, el del socialismo marxista leninista e incluso maoísta, pero no dicen que los países que lo abrazaron lo único que lograron es sumir a sus pueblos en mayor pobreza y que además a países emergentes con gran potencial de recursos, como por ejemplo Venezuela, lo han llevado a la pauperización, al cierre de centros laborales, a dictaduras crueles y sangrientas,  persecución política y porque no decirlo, si somos testigos de ello, millones de venezolanos tuvieron que migrar a otros países en búsqueda de las oportunidades que el régimen autocrático del chavismo, que hoy día conduce Nicolás Maduro, les ha negado.

Sin duda alguna tenemos que buscar el camino virtuoso o la cadena de valor con diversos eslabones perfectamente ubicados.  El eslabón final es el desarrollo del Perú y el bienestar de su población, pero para que ello se logre tiene que haber un eslabón o link anterior, como es el trabajo. Ahora bien, el siguiente link previo es la inversión que es la que genera el trabajo conveniente y adecuadamente remunerado. Sin inversión no hay trabajo ya que el Estado no lo puede proporcionar si es que no existe la actividad privada que es la que sufraga con sus impuestos los gastos y las acciones estatales.

La cadena a la que nos referimos tiene otros eslabones también previos, como es la estabilidad jurídica.  Nadie invertirá sus capitales si es que las normas legales cambian constantemente, consiguiendo únicamente desconfianza. Pero hay otros links precedentes, como es la predictibilidad tributaria, puesto que sobre todo en economías de escala, a veces decimales impositivos pueden variar las cifras de balance, tornando las azules en rojas. Dotar a los gobiernos de facultades delegadas en materia tributaria puede abrir la caja de Pandora.

Adicionalmente se requiere tranquilidad social, pues cuando los inversores advierten que los gobiernos no tienen fuerza para imponer el orden público o recuperarlo si es afectado, simplemente se quitan y no siguen invirtiendo.  Lo estamos viendo en los últimos meses casi semanalmente, en que explotaciones mineras de todo tamaño, anuncian el cierre de operaciones por la falta de seguridad, por lo demás agravada por un gobierno que se rinde ante los violentistas que toman carreteras, que incendian campamentos y que hacen lo que les viene en gana.

Es importante que el Gobierno nacional tenga muy presente la cadena o rosario virtuoso del que les hablamos, indispensable para que exista inversión generadora de trabajo.