Sigue la confrontación

La crisis que vive nuestro país por la pandemia mundial del Covid-19 ha puesto a las autoridades políticas de distintos países en los ojos de millones de personas, y pone a prueba sus capacidades. Muy aparte de los índices económicos y de desarrollo social de nuestro país, la pandemia nos ha encontrado en una suerte de involución política, por llamar de alguna manera a este estilo político en el que se denuestan a la misma política y los partidos políticos, como si fueran un estorbo.

La política que debería servir para el entendimiento entre peruanos, ha sido ignorada en estos últimos cuatro años. La campaña contra el Congreso de la República y los parlamentarios solo ha terminado causando más divisiones que puntos de convergencia mutua. Esa involución de la política ha tenido como representantes máximos a quienes proclamaban a la política como una aventura; a los que culpaban al Congreso por su propia inacción, a los que ven en la política una empresa o un negocio familiar, a quienes brincan de bancada en bancada en menos de cinco años, o quienes ven en la política un modo de recursearse, antes que de servir a los más humildes. El Covid-19 llegó y encontró un país dividido por odios y revanchas políticas.

Los peruanos debemos pedir a nuestras autoridades que sean más responsables en sus mensajes, y dejen de atizar los odios. Ya basta de echar leña al fuego. Es lamentable que en la conferencia de prensa del miércoles 29 se haya insistido en promover más desencuentros entre las fuerzas políticas. Culpar a los anteriores gobiernos por la situación que hoy se vive y agitar psicosociales pasados no es la tarea de un gobernante. Por el contrario, en este tiempo en que todos los peruanos estamos atentos a la información que brindan nuestras autoridades, se debe utilizar esos valiosos minutos para promover la unión entre nosotros.

Muchos de nuestros compatriotas intentan volver a sus regiones, otros en sus casas caen en la ansiedad y desesperación. Los días pasan, existe el temor de muchos perder sus empleos, por tanto se merecen serenidad y madurez de parte de nuestras autoridades. Buscar pleito político, a ver quién me devuelve el golpe, ¿conseguirá más respiradores o camas?, ¿solucionará las demandas de los médicos?

Han pasado cuatro años de disputas políticas. El tiempo se nos fue discutiendo todas las reformas propuestas por parte de un Gobierno al que, con todo derecho, la población en su penúltimo año de mandato le exige que muestre obras y resultados. Los que tenían experiencia de gobierno fueron ninguneados. El brillante es opacado, el mediocre es aplaudido. El capaz es perseguido y el incapaz es ovacionado.

Por el bien de nuestro país, esperemos que el próximo mensaje sea de conciliación y unión. En caso contrario, que se lleven su pleito a otro lado.