Franco Germaná Inga

Bailar pegadito

Bailar pegadito
Franco Germaná Inga
25 de octubre del 2016

Sobre las relaciones entre el fujimorismo y PPK.

El audio del asesor presidencial Carlos Moreno, en el que hablaba de un “negociazo” en el sector salud, le ha causado daño al gobierno y hasta generado una crisis. No obstante, PPK tomó algunas medidas que recomendé en mi columna anterior “Moreno y los moretones”, principalmente encarnar la ley y el orden. Dio un mensaje a la nación claro y anunció cinco medidas para la lucha contra la corrupción; una de ellas fue convocar al Consejo de Estado, en el que se reuniría con los presidentes de los poderes Legislativo y Judicial, a fin de articular soluciones.

Sin embargo, hubo un fallo en su cálculo, pues a dicha cita no acudió la titular del Poder Legislativo, la congresista fujimorista Luz Salgado Rubianes. Creo que su ausencia fue un error y explicaré por qué. Salgado esbozó dos argumentos para excusarse de asistir. El primero, que la Constitución no regula las reuniones de trabajo entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, pero sí nombra sus funciones. El segundo, que dicho Consejo se convocó en respuesta a problemas en el entorno presidencial, y que al Congreso no le correspondía solucionarlos.

En cuanto al primer argumento, si bien es cierto que la Constitución no regula el Consejo de Estado, tampoco lo prohíbe. Es propio de sus funciones que los presidentes de los tres poderes del Estado se reúnan para articular soluciones sobre problemas nacionales. Por ende, si el presidente que es PPK (aunque les guste a algunos y les disguste a otros), realiza esta convocatoria y un titular de un Poder del Estado se niega a ir, la población lo interpretará como un gesto inamistoso y poco colaborador. Además, valgan verdades, si hubiera habido voluntad política la reunión se hubiera llevado a cabo con normalidad.

En cuanto al segundo argumento, Salgado tiene razón en que dicho Consejo se convocó a raíz de problemas en el entorno presidencial. Si a eso le sumamos el hecho de que el partido de gobierno tiene problemas de cohesión a nivel congresal, la coyuntura política no pinta muy bien para el presidente. Por todo ello, su negativa a asistir al Consejo de Estado parece responder a la tentación de seguir la máxima “nunca interrumpas a tu enemigo mientras está cometiendo un error”; especialmente cuando ella es miembro del partido mayoritario en el Congreso y que funge como oposición. No obstante, seguir este curso de acción en este caso fue un error político para los intereses de su partido.

El fujimorismo desea volver al poder el 2021, pero el antifujimorismo no se lo permite. Este antivoto puede sintetizarse en tres pasivos que cada elección se les recuerda a los votantes: el autoritarismo, la violación de Derechos Humanos y la corrupción. Por ende, deberían concentrar sus acciones en reducirlos sustancialmente, razón por la cual asistir a un Consejo de Estado para articular soluciones para la lucha contra la corrupción era el escenario soñado para ellos; más aún si dicha corrupción no venía de ellos, sino de un asesor del presidente (que es de otro partido). Fuerza Popular ha perdido una oportunidad de quedar como un partido comprometido con la lucha contra la corrupción.

Asimismo, al controlar ampliamente el Congreso, y si desean mejorar sus opciones al 2021, tienen la difícil tarea de sostener al gobierno sin parecer ser el gobierno. Dicho de otro modo, la mayoría legislativa y el Ejecutivo tendrían que bailar pegaditos, pero saber cuándo guardar las distancias del caso. Esto es así porque en la conciencia popular está establecida la idea, que puede ser discutible, de que tanto Peruanos por el Kambio como Fuerza Popular son partidos de derecha. Se dice que el primero lo es de una derecha más técnica y corporativa, mientras que el segundo de una más popular y emergente. Por ende, suscribo la corriente de opinión que postula que un fracaso de este gobierno, facilitaría el camino de la izquierda al 2021. Si la gente percibe que los partidos que controlan el Ejecutivo y el Congreso son de derecha, un fracaso de esta gestión, sería visto como un fracaso del sistema económico.

Lo hecho, hecho está; los “hubiera” no existen en política. De ahora en adelante solo queda esperar una mayor colaboración entre todos los actores políticos por el bien del país.

Franco Germaná Inga.

@FrancoGermana

 
Franco Germaná Inga
25 de octubre del 2016

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