Dardo López-Dolz
América Latina y los escenarios de largo plazo
Los avances de la dictadura de la turba

En las últimas décadas, los conceptos de libertad, democracia, familia y libre mercado, que permitieron el progreso de occidente, vienen batallando en retroceso. No recuperan el terreno perdido frente al avance de los totalitarismos impulsados desde Eurasia, el cercano y el lejano oriente, usualmente de modo asolapado, aprovechando los espacios blandos de la estructura social, emocional y política de occidente. Quizá la mayor debilidad de los estrategas (militares, políticos o económicos) occidentales reside en no entender la diferencia cultural subyacente respecto a los plazos considerados razonables para alcanzar un objetivo y la preeminencia del miedo sobre el respeto en esas latitudes.
En el Perú, como en otros lugares de América Latina, hasta poco después de mediados de los años sesenta del siglo XX se empieza a producir una inteligente infiltración paulatina, con objetivos que empiezan a salir a la luz hoy, 40 años después. Primero fueron las FF.AA. y el clero, seguidos rápidamente por el magisterio, para pasar de allí a la academia y desde allí tomar la media, el Ministerio Público y el Poder Judicial.
La ofensiva sangrienta del terrorismo fue funcional a la distracción de quienes habían advertido tempranamente la labor de zapa que se estaba desplegando. Su derrota, ante las fuerzas militares y policiales, llevó a sus remanentes a algo impensable durante la vigencia de la discusión ideológica: alinearse con quienes venían realizándola. Corrieron prestos a Caracas y La Habana tras el subsidio que la herramienta llanera del operador caribeño, asalariado de las potencias de oriente, usó hábilmente como unificador.
Como una sociedad se entiende a sí misma en el lenguaje que la unifica mayoritariamente, se atacó primero esa ventaja lingüística unificadora, realzando con entusiasmo irracionalmente paritario los idiomas y dialectos locales, paso imprescindible para controlar la información que recibe el pueblo. Décadas después, reinventando la pólvora, el mismo idioma empezó a desmontarse con el remplazo de los sustantivo y adjetivos por otros que, al ser nuevos, vacíos del contenido histórico que el pueblo le dio, resultaron perfectamente moldeables a los objetivos de la labor de zapa.
Como occidente es culturalmente judeo-cristiano, y filosóficamente se estructura intuitivamente sobre el pensamiento de Aristóteles y a Platón, el siguiente paso emprendido es la destrucción del concepto científico (por tanto lógico) de vida humana y de ese ladrillo esencial de nuestra identidad que es la familia. Minorías cuyos gustos y afectos carnales (a los cuales tienen total derecho, mientras no agredan los de los demás) difieren de la norma estadística y reproductiva en la especie humana y en los mamíferos en general, vienen siendo usados como ariete, empujados por una eficiente maquinaria propagandística.
La predictibilidad de la justicia ha sido empujada por la propaganda hacia la dictadura de la turba (siempre manipulable) con la complicidad de jueces y fiscales, terminando por minar la moral de los remanentes aún honestos de la policía, y enfriando el valor esencial a lo castrense desde el inicio de la historia. Los estrategas de antaño tenían claro cuando habían perdido el territorio y debían emprender su reconquista, aprovechando las áreas donde aún eran fuertes. A sabiendas de que, como en la reconquista de Europa invadida por el Islam, el esfuerzo sería largo y doloroso, que no debían desmayar aunque quizá tomaría varias generaciones y que necesariamente debía terminar no en la tierra patria, sino llevando la guerra al territorio del invasor.
Solo entendiendo la importancia del análisis de escenarios a largo plazo será posible el anhelo de los peruanos de bien.
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