Al toro por las astas

Todo indica que la presidente Dina Boluarte ha superado la crisis de los relojes. Los cambios ministeriales le han permitido incorporar representantes de los partidos políticos presentes en el Poder Legislativo, lo que hace presagiar que el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, logrará el voto de investidura.

Además, el gobierno ha logrado una mayoría oficiosa que le permitirá mantenerse en la conducción del Ejecutivo hasta el 28 de julio del 2026. Otros logros que puede exhibir Boluarte es que no será vacada, más allá del ruido político que ha ocasionado la superficialidad de lucir relojes de alta gama. Otro de los logros de Boluarte y su estrenado escudero Adrianzén es que ahora el gobierno cuenta con un gabinete más afiatado, con una orientación más clara de hacia dónde debe enrumbarse el accionar del Ejecutivo.

Por otro lado, la presidente es consciente de que no cuenta con el respaldo de la ciudadanía, que corre un gran riesgo de ser perseguida –¿por la Diviac?– una vez que culmine su mandato, precisamente por quienes la encaramaron al poder junto a Pedro Castillo. Por eso, Dina Boluarte necesita que la población vea resultados positivos de su conducción del estado.

Boluarte sabe que su única opción es echar a andar la economía, destrabar proyectos en todos los sectores; pero principalmente en el minero, por el volumen de las inversiones y por su enorme capacidad de generar empleo productivo (directo e indirecto) en el corto, mediano y largo plazo. Ha hecho bien en mantener en la cartera de Energía y Minas (Minem) a Rómulo Mucho, quien ha sido congresista y viceministro, por lo que cuenta con experiencia ejecutiva y conoce cómo discurrir sin desorientarse en los pasillos de los pasos perdidos del Palacio Legislativo.

Con José Arista en el Ministerio de Economía y Finanzas, y Mucho en el Minem la macroeconomía no presentará sobresaltos. No obstante, se necesita de un Ministerio del Ambiente proactivo, que estimule a los agentes económicos a superar los estándares ambientales sin pretender poner en riesgo los miles de puestos de trabajo –presentes y futuros– que se ven comprometidos en cada una de sus decisiones. Asimismo, se requiere de un ministerio de Desarrollo Agrario y Riego que crea en el establecimiento de sinergias, de complementariedades entre unos y otros, como lo ejemplifican la agricultura y la minería. 

El proyecto cuprífero Tía María está dispuesto a construir una represa que cubra las necesidades de agua del valle de Tambo. Así no solo se estarían ejecutando dos obras relevantes sino que se estaría transmitiendo al país que sí es posible diseñar un camino juntos. Y que ha llegado el momento de la madurez política, de mirar más allá de los escenarios de confrontación para iniciar un camino de fortalecimiento y ampliación de la despensa alimenticia de Arequipa.

El escenario se vuelve propicio para establecer bases sólidas sobre las cuales edificar un mejor país, al cual esperamos también aspire la presidente Boluarte. Un país que atraiga a los inversionistas mineros del mundo para recuperar la segunda posición como productor de cobre en el ranking mundial y empezar a dar pasos firmes que nos lleven a convertirnos en el primer productor de cobre del mundo.