Acuña, el candidato de la impunidad

Favre tendrá que hacerlo ganar para blindar a la pareja el 2016.

Lo que hasta hace unas semanas era un trascendido, o una hipótesis arriesgada para discutirse en público, hoy se confirma sin el menor reparo: César Acuña es el candidato del gobierno humalista, con Luis Favre como asesor de campaña. Resulta una ingenuidad pensar que Favre ha llegado hasta Acuña solo por sus “habilidades” como consultor político. Si bien en la formalidad no es un asesor contratado por el gobierno, en lo oficioso usa su cuenta de Twitter para defender el trabajo de Ollanta Humala en la presidencia y, sobretodo, las tribulaciones fiscales de la señora Nadine Heredia.

Allí radica el negocio redondo de Favre, Acuña y los Humala Heredia. Al gobierno le conviene enormemente que quien jefature el Estado en el próximo quinquenio no los persiga. Los apremios judiciales que les espera a Ollanta y Nadine, desde el 28 de julio del 2016, solo pueden dilatarse o diluirse en el mejor de los casos, con un gobernante que juegue de su lado. Es tan color de hormiga el futuro de la pareja que, según reveló Luis Miguel Llanos esta semana en el Congreso, un senador estadounidense los estaría investigando por ser parte de una supuesta red de corrupción montada por el chavista Diosdado Cabello. La comisión de Fiscalización está cruzando los datos y tendrá certezas de estas pesquisas en las semanas que vienen. En una situación así de grave para ellos, el amigo Favre sería el indicado para ayudarles a dar pelea desde aquí, con un régimen que sea un cómplice de su impunidad.

Una de las evidencias de esta alianza es el reciente comportamiento de Nadine Heredia. En los últimos días se ha dedicado a atacar a Keiko Fujimori cuantas veces ha tenido micrófonos enfrente. “Provecho, Keiko”, le dijo por Twitter, luego de que nueve congresistas acordaran no investigar el financiamiento de la campaña fujimorista del 2011. Ante la subida de Acuña, es obvio que Nadine le está haciendo el juego para restarle puntos a Keiko. Más aún cuando el elector fujimorista tiene muchas similitudes con el de Acuña. La estrategia de Favre ha comenzado a ponerse en práctica. Combinar farándula con política es uno de sus fuertes. Ya lo hizo en la revocatoria a Susana, usando a los actores de “Al fondo hay sitio” para defender el No. Y lo acaba de hacer con Acuña, poniéndolo al lado de Yahaira Plascencia, la figura farandulera más conocida del momento. Y con farándula, Acuña se asegura espacio no solo en los noticieros, sino también en los programas de espectáculo.

Anel Townsend, muy cercana a Favre, va con Acuña por interés político, y porque viene de una familia históricamente enemiga de Alan García. Cualquiera que sea un enemigo de García, tendrá detrás a una Townsend. La bronca viene de la época de su padre, Andrés Townsend, quien para ellas debió ser el sucesor de Haya, pero García le arrebató, para bien o para mal, el puesto de la mano de Armando Villanueva. Esa no se la perdonarán nunca. Como Anel, Acuña se ha hecho con varios otros enemigos del expresidente, capaces de cualquier cosa con tal de impedir que llegue a la presidencia por tercera vez. Desde periodistas hasta políticos. Léanlos entrelíneas y se darán cuenta que su candidato es Acuña.

¿Y qué gana Acuña al aliarse con un gobierno tan venido a menos y con tantas acusaciones de corrupción? En cualquier escenario, ser candidato de un gobierno tiene sus ventajas. Tener al aparato estatal de tu lado siempre es una ventaja. Es el poder, en buena cuenta, en favor de una candidatura. Y no se olviden de Urresti que acaba de ser ungido como el postulante presidencial del nacionalismo. No ganará, pero podrá tener arrastre para una lista congresal que blinde a la pareja. A la larga, las bancadas de Acuña y Humala se podrán aliar en el Congreso. El riesgo para la estrategia de Favre es que Acuña y Urresti podrían disputarse electores. Veremos si Favre logra lo que parece haberse propuesto: darle el triunfo a Acuña y blindar a la pareja, con una bancada que les ayude en la batalla política que enfrentarán desde el 2016.

Por: Jaime Chincha Ravines