Elder Calderón

A bordo y sin rumbo

La polémica fotografia de Kenji Fujimori

A bordo y sin rumbo
Elder Calderón
07 de febrero del 2018

 

Si nos situamos en la mente de Kenji Fujimori por un instante, podremos advertir que Susana Higuchi ha pasado de ser solo su madre, a ser una especie de trofeo. Y es que una reciente foto publicada por él así nos lo demuestra. En ella vemos posando alegremente a la ex primera dama en compañía de los bien conocidos —y poco queridos— Avengers, demostrando su apoyo a la reciente disidencia de la que fueron protagonistas. Pareciera que para Kenji el solo hecho de mostrarse junto a la que fue primera dama en el Gobierno de Alberto Fujimori significó una implacable victoria sobre su hermana Keiko. O por lo menos una suerte de golpe bajo.

Todo lo contrario, con esto no hace más que evidenciar sus —cada vez más preocupantes— ansias de poder y sus incontrolables deseos de poseer todo lo que tiene a la mano. Y es que otra explicación no salta a la vista. Ha pasado de ser un supuesto defensor de la democracia, a un títere capaz de dividir a su propia familia.

A estas alturas del partido, Kenji Fujimori no tiene color que lo vista, ni bancada que representar; es más, no tiene —aunque sea— un equipo serio para “trabajar”. Imagínense ustedes, estimados lectores, qué podemos esperar de aquellos que, con tal de conservar el poder son capaces de debilitar la democracia a costa del fraccionamiento de una de las fuerzas políticas más importantes del país. La verdad es que poco o nada.

De la fotografía en mención se desprenden diversas conclusiones, no solo las ya mencionadas. Podríamos decir que los disidentes que se unieron a Kenji y subieron a bordo de un vehículo sin rumbo no son más que meros oportunistas; o también podríamos decir que la innecesaria e imprudente batalla por el poder (o por el cariño de sus padres) entre los populares hermanos Fujimori responde a un juego sucio del Gobierno de turno. Quién sabe, esperemos que el ciudadano de a pie no sea quien sufra los estragos de esta pugna desmesurada llamada “reconciliación”.

 

Elder Calderón
07 de febrero del 2018

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