LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Vox y la derecha peruana
Reflexiones sobre la guerra ideológica en el Perú
El congresista Guillermo Bermejo de Perú Libre y Verónica Mendoza, líder de Juntos por el Perú, luego de la visita de una delegación del partido Vox de España y de la Fundación Disenso a los líderes y bancadas de la derecha peruana, lanzaron diversos tuits en los que hablaban de una supuesta “amenaza fascista”. Algunos progresistas también hicieron lo mismo. Hablaron de "ni con el eje bolivariano ni con Vox”. La delegación española entonces produjo un terremoto ideológico en las corrientes comunistas y progresistas del país. Puro dato de la realidad.
El argumento del “fascismo” en contra de las corrientes conservadoras españolas es un trapo viejo y apolillado del comunismo internacional más elemental. Se pretende explicar la Guerra Civil Española solo por la respuesta de los sectores nacionalistas ante la amenaza comunista, y se esconde que los republicanos españoles (comunistas y socialistas) pretendieron organizar una república de soviets, masacraron y fusilaron a cualquier oposición, quemaron iglesias de aquí para allá, y asesinaron sacerdotes, seminaristas y monjas. En el relato comunista el adversario es el infierno, y las masacres y genocidios a mano propia solo representan el costo de la historia.
Sin embargo, ¿por qué la reacción virulenta en contra de la visita de Víctor González, vicepresidente de Vox; Herman Tertsch, eurodiputado, intelectual y escritor; y Jorge Martín Frías, presidente de la Fundación Disenso? La única explicación: la adhesión de la mayoría de integrantes de las bancadas de Fuerza Popular, Renovación y Avanza País a la carta que promueve el Foro de Madrid. A diferencia de otras derechas latinoamericanas –por ejemplo, la chilena, argentina y mexicana– en el lado diestro peruano no hubo demasiadas dudas y cálculos.
El Foro de Madrid, animado por Vox de España, comienza a convertirse en el espacio de convergencia de todas las corrientes conservadoras, liberales y nacionalistas que reconocen la urgencia de organizar la más amplia unidad en contra de las corrientes comunistas en Iberoamérica. En otras palabras, el Foro de Madrid comienza a ser el espacio alternativo al Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla.
La vocación internacionalista de Vox sorprende. El internacionalismo siempre fue una característica de las corrientes comunistas. Nunca de los sectores pro occidentales.
La densidad ideológica de Vox alrededor de las grandes encrucijadas que amenazan a erosionar a Occidente (los temas de género, la mal utilización de los DD.HH., la defensa de la familia, la propiedad privada y las libertades) convierte a este partido en una forma de nueva derecha, con gran mensaje ideológico y cultural. En ese sentido, la nueva derecha que comienza a converger alrededor del Foro de Madrid es una que no necesita el consentimiento de la izquierda alrededor de los grandes debates, como suele decir Francisco Tudela.
La visita de Vox entonces puede marcar un hito en la construcción ideológica de la oposición a la amenaza comunista. Sobre todo porque después de dos décadas de pragmatismo, se comienza a reconocer la enorme importancia de la dimensión ideológica y cultural.
A este posicionamiento contribuye el hecho de la llegada de las corrientes comunistas más ortodoxas al Ejecutivo, al intenso trabajo ideológico de algunos sectores, y la búsqueda de respuestas que no provendrán de la actual forma de hacer política y tampoco de los actuales líderes.
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