LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Vox, Perú, y la importancia de la lucha ideológica
Partido español se moviliza favor de la libertad en Perú y América
La lucha de la mayoría de peruanos para preservar las instituciones y la libertad, amenazadas por las irregularidades y fraudes en mesa –hoy avalados por la mayoría del Jurado Nacional de Elecciones– del presente proceso electoral, con objeto de encumbrar a una fórmula comunista que convocará a una constituyente y colectivizará a la economía, ha encontrado un enorme, gigantesco respaldo, en España.
Allí está la posición principista del Nobel peruano, Mario Vargas Llosa que, de una u otra manera, ha sido determinante para seguir movilizando a la ciudadanía en defensa de las libertades. Asimismo, el partido Vox de España, un movimiento de la derecha española –surgido sobre la crisis de los partidos de la transición española– que ha expresado un compromiso con la causa de la libertad en Perú y América Latina, y ha convocado amplio agradecimiento y multitud de adhesiones.
La posición de Vox con respecto al Perú y a la región merece una explicación, sobre todo si consideramos que los demás partidos de la derecha española apenas han levantado las cejas con respecto a lo que sucede en el país. ¿De dónde entonces proviene esa vocación internacionalista iberoamericana de Vox? Antes de plantear una aproximación, vale subrayar que el internacionalismo siempre formó parte de la industria comunista. Allí están las leyendas y mitos construidos alrededor del internacionalismo comunista en la Guerra Civil Española de los años treinta.
Vox no solo ha promovido pronunciamientos en Europa, no solo ha actuado a favor de la verdad electoral del Perú en el Parlamento Europeo, sino que, incluso, ha acompañado movilizaciones ciudadanas en Madrid y protestas contra diarios españoles que mal informan sobre la realidad peruana por la excesiva ideologización de sus corresponsales. En este contexto vale insistir, ¿cómo se explica la vocación internacionalista de Vox, a diferencia de las demás derechas planetarias?
A nuestro entender Vox es una formación política que reúne las mejores tradiciones conservadoras y liberales de la derecha española, pero con una característica: su alta densidad ideológica. En este movimiento existe un equilibrio clásico entre política, práctica e ideología. De alguna manera el partido español participa de la visión general acerca de que Occidente está siendo derribado desde dentro de Occidente por un globalismo progresista que erosiona las instituciones y valores que, a lo largo de siglos, posibilitaron organizar la libertad en medio de un poderoso crecimiento del capitalismo, que generó bienestar e igualdad como nunca antes en la historia de la humanidad.
Vox igualmente participa de la aproximación acerca de que ese progresismo globalista ha organizado relatos y mitos alrededor de los temas del multiculturalismo, las teorías de género y la defensa de los DD.HH. para pulverizar la autoridad de los estados democráticos, así como la preservación del medio ambiente y su incompatibilidad con el capitalismo. Semejantes relatos tienen un solo objetivo: derrumbar las bases institucionales de Occidente. Ese progresismo globalista –lo hemos sostenido infinidad de veces en este portal– proviene de todas las reformas ideológicas que procesaron el marxismo y el comunismo luego de la caída del Muro de Berlín: el gramscianismo, la escuela de Frankfurt, la deconstrucción francesa y las grandes estafas del psicoanálisis.
Únicamente desde la densidad ideológica de Vox se puede entender la vocación internacionalista de este movimiento por la libertad. Lo mejor de la dialéctica occidental (desde la griega) debe enseñarnos a aprender del enemigo. De allí que Vox desarrolla acciones de solidaridad que generan gratitud y conmueven. Mil gracias.
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