LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Un paso atrás, para dar dos adelante
Ejecutivo confirma a Julio Velarde en el BCR
El presidente Castillo se reunió con Julio Velarde y confirmó que el titular del BCR continuará al frente del ente emisor. Más tarde, el propio jefe de Estado se reunía con los dueños de los medios de comunicación para superar “enfrentamientos”. Semejantes hechos se sucedían casi al mismo tiempo en que diez ronderos se aparecieron en el emporio comercial de Gamarra y fueron expulsados por los empresarios, y después de que Perú Libre presentará un proyecto de ley para para eliminar el principio constitucional de la inviolabilidad de los contratos y la libertad de precios.
¿Cómo se deben leer estos hechos? Es incuestionable que la resistencia democrática y republicana expresada en las masivas movilizaciones de la ciudadanía y la amplia convergencia democrática que ha surgido en el Congreso han revelado una fuerza y firmeza en la oposición que ninguno de los estrategas en la administración Castillo esperaba. De otro lado, los anuncios de la asamblea constituyente y la designación del Gabinete Bellido, simplemente, han paralizado la economía y explican la trepada del dólar y, en gran parte, el incremento de la canasta básica familiar.
En este escenario, continuar con el libreto que organizaron los estrategas del Movimiento por la Amnistía de Derechos Fundamentales (Movadef) y Perú Libre sería, simplemente, suicida. El Ejecutivo, entonces, a nuestro entender está retrocediendo ante el análisis concreto de la situación concreta y frente a la urgencia de una estrategia de sobrevivencia. Es la aplicación del viejo principio leninista de dar un paso atrás para luego dar dos adelante.
¿Cuál puede ser la evolución futura de la administración Castillo? Si no se retira la propuesta de la asamblea constituyente, si no se archiva para siempre la propuesta de sembrar ronderos en el territorio nacional y no se encarpetan las iniciativas que pretenden modificar el régimen económico de la Constitución, quedará en evidencia que el gobierno está ganando tiempo, mientras construye una base social propia para luego forzar la convocatoria de una constituyente. Al respecto, sobran recursos fiscales para gastar en semejante estrategia.
Hasta hoy los hechos y el análisis de la situación concreta así lo indican. Sin embargo, el virtual paso atrás del Ejecutivo podría terminar confundiendo a la oposición y desarmar su unidad y los niveles organizativos que está desarrollando. Sería un gravísimo y fatal error.
El Ejecutivo hasta hoy ha demostrado que solo maneja un lenguaje en la política: la pura correlación de fuerzas. Si las cosas son así, la oposición debe mantener la más amplia unidad y debería continuar con su frenético proceso de organización desde los distritos hasta las regiones del interior.
Igualmente, en el Congreso la amplia unidad republicana debe continuar con los objetivos trazados: elección de magistrados del TC para restaurar el equilibrio de poderes y aprobar normas promercado que relancen el proceso de inversiones y el crecimiento en el Perú.
Por ejemplo, se debe derogar la ley que deroga la Ley de Promoción Agraria, que explica nuestra conversión de un mendigo agrario a una potencia agroexportadora en el mundo. También se debe derogar todas las normas que relativizan la vigencia de la propiedad privada, de acuerdo a nuestro ordenamiento constitucional.
Si la oposición no actúa con objetivos de mediano plazo, la estrategia bolchevique puede terminar ahogando las libertades en el país.
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