LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
¿Por qué se derrumba el Gobierno de Castillo?
Imposibilidad de ejecutar el proyecto e incapacidades presidenciales
Comienza a surgir una explicación desde las orillas comunistas y progresistas acerca de que el derrumbe de Pedro Castillo tiene que ver con sus incapacidades, su falta de conocimiento,y su limitación estructural para convocar buenos ministros y colaboradores. Semejante razonamiento solo es una pequeña parte de la verdad, la nata que flota en la superficie.
Quizá para buscar otro ángulo de razonamiento valdría preguntarse lo siguiente: si la asamblea constituyente estuviera en marcha en Perú, ¿tendrían algún efecto las incapacidades y la falta de conocimientos de Castillo? Es evidente que no. Venezuela se fue derrumbando con las mismas incapacidades de Castillo, pero con constituyente de por medio.
¿A qué vamos? La principal explicación del fracaso del Gobierno de las izquierdas en el Perú es que no pueden implementar su proyecto colectivista. Propusieron la asamblea constituyente y no pudieron cumplir; plantearon la nacionalización del gas y todo fue una frase; anunciaron una segunda reforma agraria y no hubo expropiaciones; establecieron el cierre de minas en contra de la Constitución y las leyes, y retrocedieron. Ahora cierran la Refinería La Pampilla para armar un circo anticapitalista, pero es casi seguro que en las próximas horas habrá marcha atrás. De lo contrario la gente los aplastará ante la falta de combustible para los transportes terrestre, aéreo y marítimo.
Ahora bien, ¿no se puede implementar la constituyente por las limitaciones de Castillo? ¿De dónde viene esa ingenuidad? Desde el triunfo de Castillo el Perú se ha convertido en una especie de situation room permanente del chavismo bolivariano. Desde los viajes ofensivos de Evo Morales al Perú para llevarse parte de la costa nacional hasta emigraciones de asesores de todo el eje chavista. El Perú, pues, es zona especial. Hasta gente de México ha visitado estas tierras para salvar el proyecto bolivariano.
El Gobierno de las izquierdas comunistas y progresistas no puede implementar su constituyente por una sola razón: por la impresionante resistencia de la sociedad peruana. Con marchas y contramarchas esa mayoría social y una mayoría republicana en el Congreso han impedido que la constituyente se materialice. Por ejemplo, si bien la administración Castillo ha regalado bonos y ha desorganizado el sistema fiscal, en realidad no ha podido regalar plata para dotarse de una base social por los frenos de la Constitución y la mayoría republicana en el Congreso. Castillo se derrumba porque no puede hacer su proyecto y él y los asesores bolivarianos no saben qué hacer con la resistencia nacional.
Como todos sabemos la mayoría de la economía y la sociedad es informal y, por esos azares de la historia, esta realidad juega un papel fundamental a favor de la libertad. A diferencia de las clases medias de Chile y Colombia, vinculadas y dependientes del Estado, la mesocracia peruana ha nacido en contra del Estado sobrerregulador, repleto de aduanas y procedimientos.
En nuestras clases medias se reedita el emprendedurismo de los pioneros estadounidenses del Mayflower, y solo buscan que las dejen trabajar. Y si les ponen regulaciones de mercado y precios se levantarán en insurgencia.
Por todas estas razones, el derrumbe de Castillo y las izquierdas comunistas y progresistas debe tener como correlato el florecimiento de un nuevo relato sobre lo que somos, en dónde estamos, y hacia dónde vamos. Sin nuevo horizonte ideológico y cultural, el mal regresará pronto.
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