LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Polarización y democracia
Reflexiones sobre la visita del PCM al presidente del Congreso.
El presidente del Congreso, Luis Iberico, se reunió con el PCM, Pedro Cateriano, días después del mensaje presidencial de Fiestas Patrias en el que no se abordó el tema de la transición hacia el 2016 y se ignoró la necesidad de concertar.
Cateriano asistió al cónclave unas horas después de que el propio Jefe de Estado le enmendará la plana en el asunto del sueldo mínimo señalando que este asunto todavía seguía en agenda. Pero, ¿qué significa esta postal donde se revela un ánimo de acuerdos, de aproximaciones?
La vista de estos dos personajes encumbrados del estado nos confirma una verdad de la política: la democracia une a los demócratas. El presidente del Legislativo y el PCM han entendido que el sistema democrático debe mantener estándares aceptables de gobernabilidad en momentos en que los actores políticos ingresan a una campaña electoral cuya naturaleza es la extrema polarización.
Aplausos entonces para los demócratas. Aplausos también para las fuerzas de la oposición que hoy respaldan a Iberico en la voluntad concertadora. Pero las aproximaciones no están exoneradas de tormentas. Todo parece indicar que las audacias y acercamientos de Cateriano con la oposición comienzan a irritar a la mal llamada pareja presidencial y de allí que Humala pretendiera jalarle la alfombra con el tema del sueldo mínimo.
Semejante escenario nos revela otra verdad maciza: la democracia y los demócratas se fortalecen con la concertación y se debilitan con la polarización. De allí que luego de reunirse con sus archirrivales y crear un clima de distensión que le permitió conseguir el voto de investidura del Gabinete con holgura, Cateriano se deslizara en la confrontación apenas la Comisión Legislativa que indaga el caso Martín Belaunde Lossio incluyó a Nadine Heredia como investigada. La polarización se reavivó y casi se engulle al Cateriano dialogante.
Paradójicamente la conducción de la oposición de la Mesa Directiva del Legislativo vuelve a fortalecer a Cateriano y nuevamente contemplamos acercamientos dignos de cualquier democracia saludable. De alguna manera nos queda claro entonces que tanto en el oficialismo como en la oposición hay actores que apuestan a la convergencia y otros que se juegan por la polarización.
Es difícil entender el porqué la mal llamada pareja presidencial suele apostar por el navajazo, porque con cada enfrentamiento parecen perder y aumentar debilidades. En el caso de la oposición las cosas se entienden por el veneno que dejó Sergio Tejada, quien de gris y sombrío, pasó a ganarse unas primeras planas que hoy le ayudan en la reelección congresal. La señora Pérez Tello parece empeñada en comprar ese boleto y seguro porfiará con Nadine Heredia y ella se lo agradecerá porque le permitirá victimizarse y recuperar capital político.
En cualquier sociedad abierta pululan los extremistas y los termocéfalos, pero la libertad ha sobrevivido gracias a que la convergencia siempre se impuso sobre la confrontación. Es una regla de la historia y de todas las democracias.
Tanto Iberico como Cateriano deben adormecer y subordinar a sus extremos, pero en el caso del PCM las cosas están complicadas: depende del jefe de estado, aunque una confluencia alrededor de la transición, la lucha contra la desaceleración, y la crisis de seguridad ciudadana, lo convierte en casi inamovible. Claro que en política, vamos a ver, dijo el ciego.
Por Víctor Andrés Ponce
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