LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Perú Libre busca censurar a ministro de Energía y Minas
Rómulo Mucho y la ahora peligrosa vocación prominera
El legislador Jaime Quito, de Perú Libre, está promoviendo una censura en contra de Rómulo Mucho, ministro de Energía y Minas (Minem) por, supuestamente, tener un conflicto de interés, ya que habría desarrollado consultorías con empresas mineras antes de asumir el cargo. El razonamiento de Quito solo se explica por una clara identidad ideológica comunista, colectivista, claramente anticapitalista y anti-inversión. Un observador diría que Quito sostiene algo así porque es un bolchevique declarado y confeso.
Analicemos el razonamiento del mencionado legislador con algunas interrogantes. ¿De quién debió ser asesor Mucho antes de ser ministro para no crear un conflicto de interés? ¿Del sindicato de Petroperú? ¿De las oenegés de izquierda que construyen fábulas y leyendas para detener la minería moderna en el Perú? ¿O acaso debía ser un ex profesional con pasantías en PDVSA de Venezuela o en la estatal YPFB de Bolivia?
Mucho reemplazó a Oscar Vera en el Minem, y todas las versiones señalan que el ex titular del sector era el hombre que buscaba nacionalizar la política petrolera, convirtiendo a Petroperú en una pequeña PDVSA con el dinero de todos los peruanos y a costa de agrandar el hueco fiscal. Por otro lado, el año pasado el Perú había entrado en recesión con una cartera de inversiones mineras de más de US$ 53,000 millones, paralizada por las minorías radicales que se representan en Perú Libre.
El Perú entonces necesita un ministro prominero, proinversión, que relance la cartera de proyectos paralizados, bloqueados. ¿De dónde iba a salir ese ministro? ¿Acaso de una universidad progresista o de una oenegé limeña?
Ahora bien, es hora de terminar con una narrativa progresista y también comunista que nos señala que los ministros de los sectores productivos no deben tener ningún nexo o vínculo con la empresa privada. Esa aproximación apriorística es una anticapitalista y absolutamente ideologizada. Parte del supuesto acerca de que el empresario, la empresa minera moderna, “es enemiga de los intereses de los peruanos, es una entidad explotadora y una amenaza permanente en contra del medio ambiente y los recursos hídricos”. Todos sabemos ahora de la naturaleza ideológica de estas leyendas y mentiras.
Es evidente que pueden existir conflictos de intereses cuando una empresa pretende evadir regulaciones y procedimientos, sin embargo, en el Perú y en el mundo en cuanto a la minería moderna eso es lo de menos. Y para cualquier eventualidad allí están la Contraloría y el Ministerio Público.
Muy por el contrario, el principio apriorístico en el Estado peruano y en los ministerios regulados por la Constitución de 1993 debería ser que la empresa minera moderna es aliada del crecimiento y la reducción de pobreza y una de las primeras fuentes de recursos fiscales del país. Igualmente, que necesitamos más y más empresas mineras modernas, y que eso solo será posible con ministros claramente a favor de la inversión.
La supuesta idea de una puerta giratoria entre el Estado y el sector privado tiene un tufillo marxista –que incluso repiten reputados abogados– en el que el bien lo representa el Estado y el mal la empresa privada demonizada. Si el Estado y el sector privado fuesen aliados no habría puertas giratorias sino puentes entre la inversión, el crecimiento y las regulaciones. Y si hay problemas allí está el sistema de vigilancia y control del Estado.
COMENTARIOS