LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Periodismo y periodicazos
Sobre las agendas de Nadine Heredia, las encuestas y la prensa
La denuncia periodística de Panorama y del diario Perú 21 sobre las supuestas agendas de Nadine Heredia le devuelven al periodismo los fueros de los que últimamente parecía haberse alejado. La investigación estableció que la escritura de las cuatro agendas era de un mismo puño y letra y que la caligrafía correspondía a la firma de la señora Heredia. Peritos nacionales y extranjeros fueron consultados para establecer semejante conclusión.
Pero eso no es todo. Se estableció que los fondos declarados por el Partido Nacionalista a la autoridad electoral en las fechas consignadas en las agendas eran insignificantes con respecto a los montos que aparecían en las últimas. En otras palabras, el movimiento de dinero consignado en las notas era asunto personal y no partidario. El periodismo cumplió su labor y hasta allí debe llegar. Lo demás debería ser asunto de investigaciones judiciales, aunque el congresista que sueña con la reelección ya hace sumas y restas para cabalgar sobre el tema.
Los efectos de las señaladas denuncias tienen repercusiones nucleares para la política. Por ejemplo, existe una campaña que intenta vincular al llamado elenco estable (Keiko Fujimori, Alan García y PPK) con el llamado caso Lava Jato en Brasil. Excepto reuniones con personajes cuestionados no se aportó prueba alguna, no se puso ningún contrato bajo la lupa, ni se mencionó posibles tipos penales. El método de la campaña es el periodicazo, el titular, que privilegia la anti propaganda y sacrifica el periodismo. Después de las denuncias de Panorama y Perú 21 las cosas deberían cambiar.
La denuncia de las supuestas agendas de Nadine colocan los reflectores de la corrupción en la administración que hoy ejerce el poder antes que en la reciente historia política del país. De una u otra manera, la idea de que “más vale conocido que malo por conocer” volverá a sonar los oídos ciudadanos habida cuenta de que tirios y troyanos comienzan a percibir la magnitud del desastre nacionalista. En otras palabras, puntos y goles a favor del llamado elenco estable.
Sin embargo es necesario seguir reflexionando sobre esta supuesta “ola anti corrupción” que se percibe en las preguntas de los encuestadores y los resultados de los sondeos. ¿Por qué la gente sigue apostando por el llamado elenco estable no obstante “las percepciones sobre corrupción”? Una posibilidad es que están fallando las técnicas de las encuestas y las respectivas conclusiones. Sostener que los electores del Perú “son proclives a la corrupción por una obrita” revela una soberbia, intolerancia, inclinación a la secta, incapaz de interpretar una racionalidad en la hasta hoy mayoría del país.
Vale recordar que la relación entre encuestas y periodicazos alrededor del tema de corrupción fue un software que se ensayó a plenitud durante la pasada campaña electoral municipal, pero Luis Castañeda humilló y sigue humillando (sigue trepando en aprobación) a los autores de la feroz campaña de anti propaganda.
En todo caso, la campaña de Castañeda demostró que los periodicazos juegan en un proceso electoral, pero no tanto. El medio de comunicación es importante, pero el político pone la agenda, tal como sucede en cualquier sociedad abierta. Y la investigación de las supuestas agendas de Nadine marca la cancha entre el periodismo y los periodicazos.
Por Víctor Andrés Ponce
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