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Nuevo ministro del Interior, ¿un escenario diferente?
Sorpresa: ¡Designan a titular de Interior a Mariano González
Ha desatado una enorme sorpresa entre tirios y troyanos la designación de Mariano González como ministro del Interior del Gobierno de Castillo. González es un demócrata reconocido y puede ser calificado de centro izquierda, pero distante de los tradicionales círculos progresistas de influencia en el Estado. Además, González fue ex ministro de Defensa durante la administración de PPK y es un hombre de reconocido oficio político.
¿Cómo, pues, entender el nombramiento de González en una cartera que parece un infierno crepitante? Difícil saberlo. Lo seguro es que el éxito de González en el despacho de Interior tendrá que ver con las capturas del ex ministro de Transporte Juan Silva y del ex secretario de la Presidencia, Bruno Pacheco, ambos fugados y con serios cuestionamientos por la justicia. Igualmente tendrá que ver con la manera de enfrentar la ola criminal que se apodera de Lima y las ciudades y, por supuesto, tendrá mucho que ver con la recuperación de la autoridad democrática en determinadas zonas mineras, hoy convertidas en tierras de nadie por la acción de las minorías radicales.
Ahora bien, existen algunos hechos que merecen mencionarse luego del nombramiento de González. De alguna manera los ministros vinculados a Perú Libre y Vladimir Cerrón comienzan a perder posiciones en el actual Gabinete. Por ejemplo, allí están las salidas de Betssy Chávez en Trabajo y de Carlos Palacios en el Ministerio de Energía y Minas.
Semejantes relevos, por ejemplo, podrían ser definidos como la derrota de los ministros que promovían la constituyente y la posible consolidación del sector que lideran el ministro de Economía, Óscar Graham, y la titular de Energía, Alessandra Herrera. Un sector en contra de la constituyente, que busca la afirmación institucional y mantener la economía de mercado. Es incuestionable que Mariano González se sumará a este lado del Gabinete.
Mientras estos hechos acaecen, las posibilidades de que Pedro Castillo se mantenga en el cargo se deterioran por la acumulación de denuncias en su contra, que van revelando su permanente incapacidad moral para ejercer la jefatura de Estado. Quizá la posible inhabilitación de la Vicepresidente, Dina Boluarte, que traslada la sucesión presidencial al Congreso, termine aclarando las cosas.
En ese escenario Castillo perdería cualquier posibilidad de juego. La única manera de evitar que se forme una mayoría en el Congreso que tramite la vacancia o una eventual inhabilitación sería entregando el Gabinete a personalidades con capacidad de convocar un gran acuerdo nacional y establecer puentes con la oposición. Un camino de ese tipo significaría romper radicalmente con Perú Libre y el Movadef. ¿Se puede imaginar a Castillo en ese papel, con tal de salvarse de una mayoría adversa en el Legislativo?
En cualquier caso, en el Gabinete empieza a surgir un grupo de ministros que comenzarán a recibir fuego graneado de las corrientes comunistas y progresistas. En el Perú siempre se organizan salidas inesperadas. Veremos.
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