LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Las Bambas y ¿el elenco estable?
La relación entre la minería y las encuestas
Si Keiko Fujimori, PPK y Alan García permanecen indiferentes ante lo que sucede en Las Bambas, donde algunas deficiencias son aprovechadas por el radicalismo anti minero para lanzar una ofensiva contra el mayor proyecto minero del Perú, entonces, los integrantes del llamado elenco estable no han entendido las relaciones entre economía y política.
No son necesarias mayores demostraciones para sostener que las paralizaciones de Conga, Tía María, y la posible suspensión del desarrollo de Las Bambas tienen mucho que ver con la desaceleración económica. ¿Por qué la indiferencia frente al tema? ¿Acaso los candidatos del llamado elenco estable se han comprado el argumento de los intelectuales de izquierda acerca de que los más de US$ 21,500 millones de inversión minera detenidos se explican por la caída de los commodities?
Si las cosas van por allí, entonces los candidatos que, de alguna manera, representan el voto a favor de mantener la institucionalidad y la economía de mercado no entienden qué representan ni a quiénes representan.
La paralización de la minería que profundiza la desaceleración cambia el escenario de la política. De pronto, la economía no crece lo suficiente para seguir reduciendo pobreza como antes y el pesimismo y el malhumor se extienden. Es el horizonte ideal para que la reprobación de los políticos converja con la desesperanza económica. Crisis política y crisis económica ha sido la fórmula que ha permitido el surgimiento del outsider, del aventurero, en América Latina, que se ha tragado la democracia y la libertad. Evo Morales, por ejemplo, hoy pretende convertirse en jefe de Estado vitalicio luego de aprovechar un cóctel que le permitió barrer el sistema político boliviano.
Si Las Bambas se paraliza el horizonte de la recesión podría acercarse y si se confirma un Fenómeno del Niño fuerte, entonces, la contracción económica podría ser una posibilidad real. El desarrollo de la campaña electoral del 2016 podría desarrollarse en un contexto de este tipo y, de súbito, los candidatos del elenco estable no solo tendrían que remontar los altos niveles de desaprobación en la política sino todas las fórmulas y recetas populistas y estatistas, desde el regreso de Petroperú como empresa estratégica hasta la locura del retorno de los Centromin, Hierroperú y otras malas hierbas en reemplazo de las mineras privadas.
La paralización de Las Bambas, de otro lado, envalentonaría al radicalismo anti minero y, bueno, tarde o temprano irían detrás de Cerro Verde, Constancia y Toromocho, es decir, se plantearían terminar con la minería. ¿Locura apocalíptica? Recuerden los argumentos con que paralizaron Conga y Tía María y advertirán que todo es cuestión de prensa y propaganda. Y punto.
Los líderes del elenco estable deberían entender que persisten en la política, no obstante los fracasos acumulados, porque la democracia ha continuado y el crecimiento ha reducido pobreza como nunca. Y ese crecimiento que reduce pobreza es la única explicación de la continuidad de las instituciones. Y ese crecimiento no se podría explicar sin el aporte decisivo de la inversión privada en minería.
Como se ve, la indolencia frente al ataque a Las Bambas es una forma de suicidio para cualquier líder del elenco estable. ¿O no?
Por: Víctor Andrés Ponce
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