LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
La tenaza de Castillo: una estrategia electoral, otra insurreccional
Los guiños del lápiz con un supuesto centro político
Pedro Castillo, candidato de Perú Libre, señaló que no es comunista, ni chavista ni bolivariano, luego de sostener una reunión con el economista Hernando de Soto.
Los estrategas cubanos, venezolanos y argentinos detrás de la campaña de Castillo, en el acto, sintieron que la junta con De Soto era un poderoso detergente frente a la feroz ofensiva anticomunista de las clases medias peruanas, que comienzan a pintar de los aterradores y oscuros colores del colectivismo a la candidatura del lápiz. Sin embargo, el acicalamiento de la imagen de Castillo no sirvió para mucho. Nada parece detener el pánico, el terror, de los sectores mesocráticos peruanos frente a la posibilidad de un gobierno chavista en el Perú. Es un pánico que sigue creciendo y desata movilización y organización, y que –de una u otra manera– empieza a chorrear por todos los sectores A, B y C, e inevitablemente llegará a los segmentos D y E, dependiendo de la estrategia de Keiko Fujimori.
El esfuerzo cosmético de Castillo con De Soto no le valió demasiado porque, de pronto, también en el comando de campaña de Fuerza Popular, hubo reflejo e iniciativa política. Keiko empieza a hablarles a los sectores populares excluidos y aplastados por el Estado fallido del progresismo. Agua, hambre, créditos y ollas comunes, pasan a formar parte de su mensaje.
Y un hecho sorprendente: en el mando naranja se empieza a entender que una campaña para la Presidencia obliga al contraste personal total entre los candidatos, más allá de los modelos, estrategias y antivotos. Keiko retó a debatir a Castillo. El candidato del lápiz (macho provinciano) aceptó el desafío siempre y cuando la esgrima se desarrolle en Chota. Keiko recogió el guante y puso fecha y hora: este domingo a las 8 pm en Chota como lo exige el profesor. Castillo retrucó señalando fecha para este sábado.
Veremos si hay debate. El sentido común indica que Castillo tendría que rehuir la polémica a cualquier costo, porque definiría muy pronto la elección. El profesor tiene demasiadas limitaciones. A partir del envalentonamiento de Castillo, la campaña podría convertirse en una persecución permanente de Keiko al candidato del lápiz para forzar el debate. Quizá el profesor evite el cruce de espadas hasta las convocatorias del JNE.
Por el lado político y electoral, entonces, las cosas se pueden complicar para Castillo. Sin embargo, el movimiento del lápiz no solo tiene estrategia electoral, sino también insurreccional.
Para la primera semana de mayo se anuncia el V Encuentro Macrorregional del Sur de todos los movimientos antimineros (oenegés, frentes y partidos) con el objeto de preparar la huelga general en toda el área sureña luego de las elecciones. Se sabe que a ese evento asistirá Castillo.
¿Qué pretendemos señalar? Simplemente que la estrategia de Perú Libre es una de estirpe bolchevique y leninista. Participa en las elecciones con Pedro Castillo, pero necesita de todas las reuniones posibles con De Soto para acicalar la imagen del profesor, en peligro por la oleada anticomunista de las clases medias.
Sin embargo, la verdadera estrategia es una de poder y tiene un contenido insurreccional. De allí que, soterradamente, se alienten las expropiaciones de las casas de las clases medias urbanas, las nacionalizaciones de las minas, fábricas y de las tierras de la agroexprotación. Finalmente, el ensayo del paro agrario –que puso de rodillas al Congreso y al Ejecutivo para derogar la Ley de Promoción Agraria– fue un ejercicio pálido del desmadre nacional que se puede desatar para forzar la caída del sistema republicano y convocar a una asamblea constituyente.
Leninismo puro, al margen de cualquier maquillaje del candidato del lápiz.
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