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La decisión de Chávarry

Vuela por los aires estrategia de Gorriti e IDL-Reporteros

La decisión de Chávarry
Víctor Andrés Ponce
01 de enero del 2019

 

Pedro Gonzalo Chávarry, Fiscal de la Nación del Perú, sorprendió a tirios y troyanos con la decisión de remover a los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez. Los sectores de la llamada izquierda caviar, liderados por IDL-Reporteros y Gustavo Gorriti —que gobernaron con las administraciones de Toledo, Humala, PPK y Villarán— entraron en un proceso de histeria general convocando, prácticamente, a una insurrección general en contra de la Fiscalía, el Congreso y las instituciones en general. Los medios de comunicación tradicionales comenzaron su reconocida labor de prensa y propaganda respaldando la convocatoria de masas en contra de Chávarry y el presidente Martín Vizcarra, en medio de una visita de Estado en Brasil, suspendió su estadía para liderar “la lucha contra la corrupción”.

¿Qué había sucedido? Es evidente que Chávarry asumió la decisión de continuar al frente de la Fiscalía de la Nación del Perú y esperó la fecha de expiración de las designaciones de Vela y Pérez para remover al equipo Lava Jato. En realidad, si pretendía seguir al frente del Ministerio Público no tenía otra: Vela, pero sobre todo Pérez, solo se dedicaron a cuestionar cualquier principio de autoridad: desde la negativa a informar sobre el acuerdo con Odebrecht hasta la absurda denuncia de Pérez —una suma de histrionismos y nada de legalidad— por “encubrimiento real”. El motivo: haber pedido información sobre el acuerdo con Odebrecht.

Pero Chávarry no solo removió a Vela y Pérez, sino que hizo volar por los aires la estrategia de Gorriti e IDL-Reporteros, el presidente Vizcarra y el grupo marxista que lo rodea, que pasa por liderar una “mayoría para linchar judicialmente a una minoría”. Keiko Fujimori y los dirigentes de Fuerza Popular están apresados con apenas investigaciones preliminares. De otro lado, era más que evidente que existía una estrategia para encerrar a Alan García, detenida por la solicitud de asilo del ex dirigente aprista. Bueno, los fiscales de estas estrategias de investigaciones selectivas contra los adversarios —mientras se protegía a los otros implicados en el caso Lava Jato— eran Vela y Pérez. Las gollerías que parece haber recibido Odebrecht en el acuerdo de colaboración con Vela aparentemente solo apuntaban contra Keiko y Alan, en tanto los amigos de Gorriti y de esta extraña coalición iban a ser más que protegidos.

Chávarry, pues, ha dinamitado esa estrategia y ha demostrado a los políticos y los demás actores democráticos cómo se defienden las instituciones de una República al margen de las encuestas de Ipsos y supuestas amenazas de revueltas. En cualquier caso, si en Fuerza Popular hubiese habido algunos Chávarry, seguramente no se habrían aprobado las cuatro preguntas del referéndum que bastardean el sistema político y legitimaron la estrategia plebiscitaria de Vizcarra.

En este escenario llama la atención la conducta de Vizcarra. Suspende su participación en la transmisión de mando en Brasil para regresar y liderar “la lucha contra la corrupción”. Si el jefe de Estado pretende convertir la decisión de Chávarry en el momento para “reorganizar el Ministerio Público” con objeto de que continúen los fiscales politizados y, sobre la base de las marchitas comunistas y las encuestas de Ipsos, presiona al Congreso para aprobar una reforma constitucional en ese sentido, se confirmarán las tesis sobre la entraña autoritaria del proyecto vizcarrista. Y si los congresistas de Fuerza Popular, desconcertados por la antipropaganda de los medios tradicionales, ceden a la estrategia vizcarrista —como lo hicieron en el referéndum—, entonces, estarán cavando la tumba de su continuidad política.

Si Vizcarra opta por la estrategia del control del Ministerio Público, entonces el Perú habrá entrado en su noche más negra en las últimas dos décadas. Se justificarán desde las movilizaciones callejeras que promueven los marxistas hasta las solicitudes de asilo (al estilo alanista), ante un Gobierno que no respeta la división de poderes, tal como lo reconocieron las embajadas de Estados Unidos y la Unión Europea.

¡Respaldo total al Fiscal Chávarry!

 

Víctor Andrés Ponce
01 de enero del 2019

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