LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
La auto exclusión de la izquierda
Sobre la ausencia de los candidatos izquierdistas en las encuestas electorales
En la última encuesta nacional de GFK se confirma que Keiko Fujimori, PPK y Alan García, siguen en los primeros lugares de la preferencias en tanto que cualquier vínculo con Palacio empieza a ser duramente sancionado: César Acuña desplaza a Alejandro Toledo y cualquier atisbo oficialista desaparece.
Sin embargo merece comentarse la reacción de la izquierda, en este caso a través del diario La República, sobre los resultados de la mencionada encuesta: “Acuña comparte bolsón electoral con Keiko”, dice la portada. Más allá de lo apropiado o no de la comparación por las evidentes distancias, lo que llama la atención es el desamparo y el desconsuelo que parece suscitar la preponderancia del llamado elenco estable en la izquierda.
Si bien en un primer momento la izquierda pareció apostar por PPK, poco a poco ha comenzado a tomar algunas previsiones ante el estancamiento del líder pepekausista. Por ejemplo, se sumó con todo al ensayo de Verónika Mendoza, pero las cosas no avanzan al ritmo adecuado. Ahora este sector parece entusiasmado por la aparición de Acuña y comienza a invocar a los dioses y brujos para que las cosas funcionen.
Detrás de la desesperación izquierdista por encontrar una alternativa al llamado elenco estable, en realidad, está la absoluta incomprensión del porqué las mayorías del país, al menos hasta hoy, siguen apostando por Keiko, PPK y Alan. No entienden que la gente no quiere arriesgar lo avanzado económica y socialmente y que desea que los megaplazas sigan funcionando.
Humala ha despertado el gran temor de que todo se detenga. Y, para desgracia de la zurda, los candidatos del elenco estable, de una u otra manera, representan los logros económicos que nadie quiere perder. Y quizá allí resida la explicación porque Keiko, PPK y Alan sigan primeros no obstante todas las guerras de fin deL mundo en contra.
Cualquier cosa, entonces, que aparezca vinculada a la izquierda despierta automáticamente el temor a perder los logros. De allí que cuando la zurda apoya a PKK antes de que fortalecerlo lo debilita. En todo caso el desarrollo de la campaña confirmará o descartará esta tesis. De allí el hecho de que las candidaturas de la zurda se condenen al enanismo político y aperecen apenas en el segmento otros.
De allí también que César Acuña, el cuarto que asoma en las encuestas, desarrolle una trayectoria política que poco tiene que ver con la izquierda. Empresario, trabajo, inversión y mercado, tras mercado. Demasiadas ventas para ser de izquierda. Sin embargo el abrazo del oso de la zurda no se hace esperar. Ya veremos si los piropos izquierdistas lo ayudan o le hacen daño.
Es evidente, pues, que la izquierda se ha excluido por decisión propia de los acuerdos que se están gestando sobre la economía y la sociedad del país. En las elecciones del 2016 quizá se comience a hablar de un nuevo pacto político y económico de largo plazo y es posible que la izquierda decida auto excluirse. Pero esa voluntad de poseer la verdad, esa decisión de auto marginarse, de apoyar a cualquier adversario de “los otros”, es un signo distintivo de las sectas. Y no vaya a creerse que un doctor está libre de la secta. Las élites de Al Qaeda y de los pasados Khmer Rouge estaban pobladas de Ph.D de las mejores universidades de Occidente.
Por: Víctor Andrés Ponce
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