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¿Después de la censura, qué?

¿Después de la censura, qué?
Víctor Andrés Ponce
09 de diciembre del 2016

¿Se acerca o se distancia la convergencia política?

A estas alturas es evidente que cuando el jefe de Estado habló de la posibilidad de que el Gabinete Zavala planteara una cuestión de confianza ante la eventualidad de censurar a Jaime Saavedra, en realidad, se definió el futuro del ministro de Educación. Ninguna mayoría legislativa de cualquier democracia del planeta aceptaría semejante voluntad de vetar el ejercicio del control político. El fujimorismo entonces se decidió por la censura, tal como lo habría hecho el aprismo, el frenteamplismo, el acciopopulismo o cualquier movimiento político con voluntad de poder si hubiese estado en la misma situación.

Pero, ¿cuáles serán las consecuencias de la posible censura de Saavedra? De alguna manera todos recordaremos —sobre todo la administración PPK— que unos meses atrás hubo elecciones y que se eligió un Ejecutivo que representa a la tercera bancada del Legislativo y que en el Congreso existe una mayoría absoluta del fujimorismo. Esta verdad del resultado electoral, de alguna manera, pretendió ser velada por la extraña alianza que se produjo entre el Ejecutivo y la mayoría de medios de comunicación. Detrás de esa singular coalición se desarrolló la estrategia frenteamplista y de izquierda que pretende establecer un veto político en contra de la mayoría legislativa, con el objeto de arrinconar al movimiento naranja en los próximos cinco años. Hoy esa estrategia no va más, a menos que avancemos realmente a una disolución del Legislativo, ¿o no?

Si las cosas son así, entonces la única posibilidad de que las instituciones democráticas alcancen la gobernabilidad es un nivel de convergencia entre el pepekausismo y el fujimorismo, sin que se anule el derecho del movimiento naranja a encabezar la oposición. Esa hoja de ruta es la mejor garantía de éxito de la administración PPK, de la permanencia del Gabinete Zavala, y organiza el mejor escenario para el fujimorismo en el 2021: se pondría por delante reformas cruciales para mantener la salud de la democracia y el mercado

Pero semejante hoja de ruta representa algo traumático para un sector del gobierno pepekausista: abandonar las alianzas con la izquierda, el antifujimorismo fundamentalista y el nadinismo, que se organizaron para la victoria en la segunda vuelta. La izquierda pepekausista está cómoda en esa ubicación, pero fortalecer la democracia y la gobernabilidad demanda un nuevo bloque político en función de los resultados de la última elección nacional. No hay otra, sobre todo cuando el descenso de la popularidad gubernamental se convertirá en un serio problema de gobernabilidad. Sostener al pepekausimo se volverá cada vez más complicado para el movimiento naranja.

Un efecto de la posible censura a Saavedra también podría ser el restablecer los fueros de la política que parecían estar en entredicho con esta curiosa alianza entre Ejecutivo y medios de comunicación. El periodista antifujimorista, ensoberbecido por la derrota electoral naranja, consideraba que la agenda pública debía pasar por las redacciones. La impresionante uniformidad de algunos medios en la estrategia de propaganda a favor de Saavedra es un caso extremo que debería analizarse y estudiarse para seguir construyendo una sociedad abierta. La disidencia, simplemente, fue borrada. No hubo debate ante el nuevo evangelio del sector Educación. Semejante estado de cosas cambiará con una eventual censura, porque el fujimorismo empieza a sentirse cómodo con la avalancha mediática en contra; quizá porque así los naranjas se acercan a la imagen anti establishment que le permitió ganar a Trump.

 

Nota: mi solidaridad con Delia Muñoz, quien prácticamente fue acusada de organizar sicosociales de pishtacos por Nelson Manrique en el diario La República. Una locura del fundamentalismo antifujimorista que debería rectificarse de inmediato y debería merecer el pronunciamiento de entidades como el Consejo de la Prensa Peruana. No padecemos una guerra de religiones integristas.

Por Víctor Andrés Ponce

 
Víctor Andrés Ponce
09 de diciembre del 2016

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