LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Crecimiento y representación
¿Qué candidato se decide a representar el crecimiento y sintonizar con electores?
Los 5 candidatos que encabezan las preferencias electorales en las encuestas expondrán en la CADE y, de alguna manera, tendrán que resolver la relación de sus ofertas electorales con el crecimiento y la inversión privada. Pero una de las cosas más sorprendentes del proceso político peruano es el desdén de los actores públicos en representar políticamente la expansión económica que ha desarrollado el proceso de inclusión social más audaz de nuestra historia.
La única explicación de esta paradoja es que los políticos, de alguna manera, son esclavos de los humores de la media, en los que la izquierda tiene una presencia sobredimensionada, inversamente proporcional a su insignificancia electoral. Keiko Fujimori ha comenzado guiñarle el ojo a la zurda y, en su afán de amansar a sus potenciales detractores, han lanzado algunos latigazos en contra del empresariado. En el caso de PPK es absolutamente incomprensible su renuncia a representar el modelo económico, el espacio de la centroderecha, que, finalmente, es la única explicación de su protagonismo en política. Si bien Alan García ha tenido alguna intención en abordar el crecimiento, las ofertas electorales en algunos temas le impiden lograr este objetivo.
Los políticos, de alguna forma, han asumido el relato mediático acerca de que la prosperidad económica es falaz o que el “modelo primario-exportador” está en crisis terminal con el descenso de los precios de los commodities. Más allá de la justeza o no de estas interpretaciones, los líderes del llamado elenco estable deberían preguntarse por qué siguen liderando las preferencias ciudadanas (representan el 60% de intención de voto) no obstante todas las guerras de fin de mundo y la intensa y sistemática anti propaganda en contra de ellos.
Sorprendentemente la única explicación posible es que Keiko, PPK y Alan, representan el status quo, simbolizan figuras e imágenes que se asocian políticamente con el crecimiento económico y reducción de pobreza del último cuarto de siglo. Keiko es la figura del fujimorismo asociada a las reformas de los noventa. PPK es el ministro del toledismo vinculado a la decisión de mantener el modelo en momentos en que el continente fracasaban los ajustes y las reformas estructurales. Y García es el presidente de un gobierno donde se alcanzaron tasas altas de crecimiento.
Pero, ¿cómo la mayoría del país llegó a semejante percepción? Una de las virtudes de la democracia es que se aprende del error. La elección de Humala y el desarrollo del nacionalismo han generado la impresión de que los avances económicos y sociales del país podían ser revertidos. La idea de que se acaba “la prosperidad falaz” ha tornado en conservadoras a las mayorías electorales y allí están los resultados de los sondeos pese a la anti propaganda.
En este contexto, ¿quién es el candidato que se decide a representar el crecimiento y a sintonizar con los electores? ¿Quién es el líder que entiende la insignificancia electoral de muchas campañas mediáticas que ningunean al crecimiento? Quizá la idea de un Perú oficial cada vez más separado de otro real se expresará con mayor fuerza en estas elecciones y ya veremos si los políticos tienen más cables a tierra con el Perú profundo.
Por: Víctor Andrés Ponce
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