LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
AP, APP, Somos Perú y Partido Morado, deben decidir: ¿defienden la Constitución o no?
Se presentaría confianza y vuelve disyuntiva entre vacancia o disolución
Al cierre de esta edición diversos trascendidos señalan que el Ejecutivo presentaría la cuestión de confianza para defender la permanencia de Iber Maraví en la cartera de Trabajo, cuestionado por sus eventuales vínculos con el Movimiento por la Amnistía de los Derechos Fundamentales (Movadef). Si las cosas se presentan de acuerdo a esos rumores, entonces en el Congreso retornará la disyuntiva acerca de si se dejan disolver como mansos corderos o salvan la vigencia de la Constitución, las libertades y el sistema republicano.
Como todos sabemos, debido a la disolución del Congreso pasado en base a la “denegación fáctica de confianza”, una figura inexistente en la Constitución, hoy la administración Castillo puede defender con la confianza a un ministro tan cuestionado como Maraví. En aquella ocasión, la confianza se planteó en contra de una función exclusiva y excluyente del Congreso: la elección de los magistrados del Tribunal Constitucional.
En esta oportunidad la confianza se plantearía en contra de otra función de control exclusiva y excluyente del Congreso: la facultad de censurar a un ministro. El argumento de los constitucionalistas serios señala que la confianza no procede en este caso. Sin embargo, en el mundo de las facticidades en que se ha convertido el sistema republicano, la interpretación de la Constitución depende de mayorías y minorías circunstanciales.
Todo acaece y el Ejecutivo puede sostener que luego de “negada la confianza”, el Congreso ha censurado a un primer gabinete (la llamada primera bala de plata) y solo resta otra posibilidad de censura antes de establecerse la disolución del Congreso. Si las cosas se presentan de esta manera, sin respuesta del Congreso, entonces la administración Castillo ya habrá implementado su asamblea constituyente.
Bastaría otra confianza por la constituyente, el consiguiente cierre del Legislativo y el poder comunista instalado por varias décadas, sobre todo considerando el dinero que hay en las arcas fiscales para regalar y crear la ilusión de “la república plurinacional”.
Por todos estos criterios, si el Ejecutivo presenta la confianza, la continuidad de la Constitución y las libertades dependerá de la respuesta del Congreso, dependerá de la mayoría que se forme en el Legislativo.
Sabemos ya que Fuerza Popular, Renovación y Avanza País, tienen las cosas relativamente claras. Las preguntas tienen que ver con las llamadas bisagras políticas: Acción Popular, Alianza para el Progreso, Somos Perú y el Partido Morado. Las llamadas bisagras tendrán que decidir si siguen jugando al fiel de la balanza entre la defensa de la Constitución y un proyecto totalitario que pretende concentrar todo el poder político y económico. En otras palabras, tendrán que decidir si meten a la jaula de los leones por voluntad propia para luego –de algunos minutos– ser descuartizados y devorados.
Finalmente, las sociedades que viven en libertad son las que han peleado por ella. Veremos.
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