LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Administración Castillo estrena nuevo perfil
“Voluntad de diálogo” y ofensiva colectivista total en economía
El presidente Castillo se enfrentó por primera vez a las habituales e inesperadas rondas de prensa que todos los jefes de Estado en las últimas dos décadas han absuelto en sus actividades cotidianas. En Ancón, Castillo señaló a los periodistas que Vladimir Cerrón no toma las decisiones de gobierno, aunque se negó a precisar si el Perú abandonaba el Grupo de Lima, tal como lo había anunciado el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista Cubano.
De otro lado, Guido Bellido igualmente ofreció una conferencia de prensa en que se mostró conciliador. En otras palabras, al parecer, luego de la renuncia de Héctor Béjar el Ejecutivo pretende restablecer las relaciones con la prensa y los medios. Semejante edulcoramiento puede llevar a algunos sectores a reafirmar la tesis de que Pedro Castillo puede morigerarse y, finalmente, organizar un gobierno de centro que reconcilie al país.
No obstante que el oficialismo suaviza los gestos, continúa la estrategia para convocar a una asamblea constituyente. Asimismo, se persiste en un gabinete designado no para gobernar sino para utilizar el Estado para los objetivos revolucionarios; se continúa con el proyecto de rondas, se anuncia la desactivación del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo y se pone en la picota 22 tratados de libre comercio. De otro lado, Perú Libre persiste en los proyectos de reforma constitucional que pretenden restaurar el Estado empresario, el control de los precios y la regulación de los mercados.
¿Qué queremos señalar? Que lo más probable es que los nuevos gestos y voluntades de diálogos del Ejecutivo representen el clásico "un paso atrás para luego dar dos adelante'' que suelen desarrollar los comunistas. Lo más probable es que los estrategas del gobierno de Castillo hayan evaluado que adelantar la agenda de colectivización de la sociedad los puede llevar hacia un escenario de derrota. Allí están los yerros de Béjar en Cancillería.
En este contexto, el Ejecutivo puede haber llegado a la conclusión de que se necesita tiempo para utilizar el Estado y gastar los recursos necesarios para construir una base social poderosa que logre forzar la convocatoria de una constituyente. En función de ese objetivo maquillarán todo lo que se puede maquillar.
¿A qué vamos? Los demócratas y republicanos en el Perú debemos entender un solo dato de la realidad: estamos frente a una administración comunista de corte bolchevique. Para estos sectores llegar al gobierno solo tiene un objetivo: la utilización del Estado democrático para construir un poder alternativo al sistema republicano.
Los delirios de cierta izquierda y de ciertos sectores de la sociedad que creen posible que la administración Castillo se modere y se corra hacia el centro no tienen asidero en la realidad. Es un puro wishful thinking.
En ese sentido, a la oposición en el Congreso y en las calles solo le resta mantener la unidad a cualquier costo. Y de otro lado, organizar a la ciudadanía desde los distritos, provincias y regiones para construir una fuerza ciudadana capaz de defender la Constitución y las libertades. Felizmente, las cosas parecen avanzar en ese sentido.
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