Nuevos candidatos, viejas promesas

Cuando escribo para El Montonero siempre estoy pensando en la juventud de mi país; porque quieran o no, somos la gente digital. No me gusta a veces el uso que se le da a lo digital, pero tengo que rendirme ante la evidencia de que lo poco que se lee hoy se lee por redes. Yo quisiera preguntarle a la juventud de mi país y a todos los que leen El Montonero: ¿Cómo hacemos para fabricar una corriente de entendimiento en una generación a la que no le interesa la política? Estamos a un año de elecciones y no vemos pancartas, no vemos afiches, no vemos candidatos que salgan a la palestra a explicar qué les gustaría hacer.

A mí ya no me gustaría escuchar más del transporte de Lima que parece una enfermedad incurable en una ciudad de millones, con el tamaño que tiene nuestra Lima; a mí no me gustaría escuchar candidatos que me siguen ofreciendo luz y veredas. A mí me gustaría ver a un candidato que hable de cómo hacemos para que nuestra juventud sea propositiva y que se prepare mejor para enfrentar los retos de la realidad, llámense economía, trabajo, administración, producción, agricultura.

La gente no escucha eso. Tenemos los mismos mensajes cada vez que hay elecciones. Manuel Gonzales Prada en una parte de su discurso del Politeama, que lo hizo tan famoso a nivel nacional, decía: ¿Seremos capaces, seremos testigos del nacimiento de una nueva generación que traiga esperanza y luz a esta época de oscuridad? ¿Para las próximas elecciones habrá acabado el teléfono de las empresas brasileñas y nacionales que se han coludido para ir contra el tesoro nacional? ¿Tendremos presidentes que sigan yéndose presos por coimas o por dinero mal habido? ¿Tendremos congresistas que no saben qué hacer en el Congreso frente a una mayoría que ostenta la hija de un extranjero en nuestro país?

¿Qué le podemos ofrecer a la juventud? Yo creo que lectura a nivel nacional, una cruzada intelectual que eleve el nivel de entendimiento de nuestra gente. Yo creo que por allí va la cosa, por la lectura, por una mejor educación, por una mayor inversión en tecnología en institutos técnicos. ¿Por qué solamente pueden hablar de estas cosas los grandes doctores o los grandes empresarios de la nación? ¿Por qué no es un tema a nivel de juventud? Eso nos permitiría saber que nuestra juventud tiene inquietudes en esos campos al menos.

Me gustaría decir más y más de lo que yo pienso. Lo dejo para la próxima.

Arturo Valverde