Jorge Morelli

Lo sabremos en un año

Lo sabremos en un año
Jorge Morelli
04 de marzo del 2015
¿Seguirá siendo el populismo asistencialista decisivo para los resultados de las elecciones?       Si el populismo todavía puede ganar elecciones en el Perú, significa que hemos sobreestimado el progreso alcanzado por el país en los últimos 25 años. ¿Cuál populismo? El de los programas “sociales” de este gobierno. Querían sorprendernos. El impacto electoral de esos programas iba a permitirles quedarse en el gobierno (y a la continuidad seguirle llamando cambio). Con el eufemismo de la inclusión social iban a encubrir lo que nunca fue otra cosa que populismo electoral. Es cierto que el populismo latinoamericano se ha vuelto sofisticado. Ahora viene “condicionando” sus dádivas a ciertos avances en salud o educación, según la franquicia –un reality político- de invención brasileña. La computadora permite hacer el seguimiento del caso. Pero ese no es el único objetivo. El otro son los votos. Por más maquillaje que se le ponga, el artefacto aun se parece al de la Fundación Eva Perón en la Argentina de hace más de 50 años. Es el mismo viejo esquema del populismo del siglo pasado, con información ahora acerca del votante-beneficiario. La inversión del gobierno humalista en populismo es mucho mayor que la de los dos gobiernos anteriores. En los cuatro años centrales de su gobierno (para no entrar en discusiones), el toledismo invirtió en programas sociales más de ocho mil millones soles, y el segundo alanismo cerca de once mil millones. De seguir la tendencia actual, solo en los cuatro años centrales de su gobierno (2012-2015), el humalismo habrá invertido en populismo sofisticado cerca de veinte mil millones de soles, casi el doble del gobierno anterior. Sin duda, la ayuda del Estado a los más pobres siempre será necesaria. Es un instrumento de igualdad  de oportunidades, como la educación. Pero un incremento de la misma al doble, de una administración a otra, no habla de igualdad sino de oportunismo. Todavía está por verse el impacto que esto tendrá en las elecciones. Al detenerse el crecimiento, ha vuelto a aumentar la pobreza. Eso debería mostrar qué es lo que sirve para combatir efectivamente a la pobreza, y la vasta inutilidad, por tanto, del populismo, incluso en su versión informatizada. Tal vez la sorpresa sea que el impacto del populismo versión carioca sea débil, lo que significaría que el pueblo peruano en su gran mayoría ya no puede ser cooptado por esos instrumentos. En tal caso, el país habría dado finalmente el salto cualitativo que, una vez leído por la clase política, traería por sí mismo la desaparición final de este viejo truco. Pero tal vez sea demasiado pedir. Quizás la percepción de alivio para el votante-beneficiario del populismo aun sea suficiente como para inclinar la cancha electoral de manera masiva. Quizás el populismo, en tal caso, siga siendo, aun hoy, decisivo del resultado electoral. En un año más lo sabremos.   Jorge Morelli (@jorgemorelli1) 04 - Mar - 2015
Jorge Morelli
04 de marzo del 2015

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