Guillermo Vidalón

Las AFP: Perfeccionar el sistema

Las AFP: Perfeccionar el sistema
Guillermo Vidalón
18 de noviembre del 2015

Propuestas para hacer más atractivo el ahorro previsional

A más de 20 años de su creación, el Sistema Privado de Pensiones (SPP) ha obtenido un resultado económico mejor para sus afiliados que el antiguo sistema estatal de la Oficina Nacional Previsional (ONP). Las Administradoras Privadas de Pensiones (AFP) emplean su conocimiento para determinar en qué sectores de la economía se puede obtener la mayor rentabilidad posible del dinero que recibe de los afiliados, y para ello invierten en desarrollo de infraestructura. También han creado diversos fondos para que, según la mayor o menor filiación al riesgo del futuro pensionista, éste obtenga un retorno en concordancia. A menor riesgo, menor expectativa de crecimiento del fondo. A mayor riesgo, la expectativa de crecimiento del fondo también se incrementa.  

¿Por qué surgen dudas en la actualidad? Porque la economía peruana y la mundial se han desacelerado y algunos sectores y países se encuentran en recesión; por lo tanto, los afiliados que están próximos a la edad de jubilación han visto afectada la evolución de su fondo. Si la intención de los fondos previsionales es que el afiliado tenga una vejez digna con un ingreso a futuro asegurado, hay que ser creativos en qué hacer para aminorar el riesgo, más allá de las tres opciones de fondos existentes.

Me pregunto, ¿por qué un trabajador que desea contar con servicios de agua, luz, telefonía y gas en su domicilio no podría acceder a parte de su fondo previsional para sufragarlos? Si la vivienda de un trabajador tiene dichos servicios se revaloriza más. Además, se generaría más empleo, y mejoraría calidad de vida de los ciudadanos tanto en el presente – muy importante - como en el futuro.  

Con estas mejoras también se beneficiaría a las municipalidades, porque al adquirir los inmuebles un mayor valor, el impuesto predial también aumentaría y, por consiguiente, los ingresos de las comunas. Otra cosa es que el trabajador proponga retirar su fondo para realizar un viaje de placer, eso no es previsión, eso es “pan para hoy y hambre para mañana.”.

También, por ejemplo, ¿por qué un trabajador no podría emplear su fondo previsional para adquirir un bien inmueble? De seguro, el disfrute del bien inmueble lo liberará de pagar un alquiler o de pagar cuotas que le resultan más elevadas que el rédito y el riesgo que está implicando el fondo de pensiones en circunstancias adversas, como las actuales. Alguien dirá que las casas también están bajando sus precios, sí, pero la vivienda es un bien duradero para cualquier familia. O ¿por qué no facilitar el empleo del fondo previsional para adquirir otro inmueble o local comercial destinado a alquiler? La renta del mismo lo convierte en un activo que empieza a dar frutos hoy y quizás más allá del período de vida del trabajador. Para evitar su posterior venta y especulación habría que establecer un gravamen contra el bien inmueble por un número a años, teniendo siempre presente que la intención es garantizar la mejor calidad de vida posible del afiliado al momento de su jubilación.

Se sabe que los fondos previsionales sirven para financiar grandes proyectos de desarrollo en infraestructura, los cuales son necesarios; pero, por qué no permitir que el trabajador financie con su propio fondo emprendimientos personales de bajo riesgo. Una vivienda o la mejora significativa de la misma, un local  comercial, una oficina, pueden significar el inicio de un negocio particular o la consolidación del mismo. ¿Por qué no contribuir también a dinamizar la economía en el ámbito micro, además del macro?

Lo que habría que establecer son los porcentajes de retiro, cuántas veces y por qué motivos un trabajador se encontraría facultado para retirar parte de su fondo; por ejemplo, hasta 30% para la adquisición de un bien inmueble o realizar un pago adelantado o la cancelación del mismo; hasta 20% para la obtención de servicios básicos (en la actualidad servicios básicos deben considerarse: agua, electricidad, gas y telefonía). Tengamos presente que el fondo debe garantizar, al menos, un ingreso mínimo vital durante la etapa inactiva del aportante y el retiro del excedente de dicho fondo debería ser potestativo a los 65 años.

La garantía de un uso adecuado del fondo sería, por ejemplo, que la misma AFP transfiera directamente al vendedor del inmueble el dinero que convierta al trabajador en nuevo propietario. Considero que estas propuestas generarían más confianza en el sistema y todos veríamos en nuestros aportes a las AFP una oportunidad de crecimiento y de generación de bienestar para nuestro presente y para el futuro.  

Por: Guillermo Vidalón del Pino

Guillermo Vidalón
18 de noviembre del 2015

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