Jorge Morelli

Hay método en esa locura

Hay método en esa locura
Jorge Morelli
16 de noviembre del 2016

Con Trump el Perú podría beneficiarse económica y políticamente

Hay quienes temen que Donald Trump sea poco menos que un loco que va a incubar la tercera guerra mundial.

Su posición, sin embargo –reiterada hasta el cansancio en todos los foros y debates sobre política exterior en que ha participado-, ha sido que el primer enemigo es el terrorismo global.

Y también que para derrotarlo se necesita aliados, aunque no sean gobiernos democráticos.

En efecto, el reproche de Trump a Obama y a Hillary Clinton, su ex secretaria de Estado, es haberse dedicado por años a derribar dictadores en Oriente Medio en nombre de la democracia incubando inadvertidamente monstruosidades como el Estado Islámico, que surgieron luego de su caída.

Trump probablemente se entenderá con Vladimir Putin en que hay que acabar con el terrorismo sin poner por delante sus diferencias en torno a la permanencia de Bashar al Asad en Siria o la de Rusia en Ucrania y Crimea.

Una vez barrido del mapa el terrorismo, se sentarán a ventilar sus discrepancias en una larga partida de ajedrez que no desembocará en una tercera guerra mundial y ni siquiera llevará de vuelta a una guerra fría.  

De otra parte, parece abrirse paso finalmente la idea de que la elección de Trump puede, al cabo, convenirle a las economías emergentes, como el Perú.

El nuevo presidente de Estados Unidos anuncia un plan masivo de inversión en infraestructura de carreteras, puertos, aeropuertos y comunicaciones para recupertar el crecimiento de la economía de su país.

Para nosotros, la noticia es que eso va a requerir una inmensa cantidad de cobre. El precio del cobre en el mercado global se ha disparado como la espuma desde la victoria de Trump. El Perú podrá vender el cobre que produce, y eso ya es un horizonte en sí mismo.

La prioridad para Trump –empresario, no banquero- es la recuperación de la economía real. No el crecimiento de Wall Street (y su economía virtual de papeles sin respaldo) que colapsó hace ocho años.  

Esa recuperación no necesita subir las tasas de interés por ahora. La FED lo va a tener que pensar tres veces antes de subir las tasas en diciembre, como ha venido anunciando. Subir las tasas de interés frenaría el crecimiento.

Además, dispararía el dólar en el mercado global. El proteccionismo que Trump tiene en mente va a reducir las importaciones (de bienes terminados), pero requerirá de que sus exportaciones no se vengan abajo. No necesita un dólar fuerte.

No debería haber entonces más alzas globales del dólar ni de tasas de interés que las disparen. En ese escenario tampoco habría devaluación de las monedas de economías emergentes, desde el yuan chino hasta el sol peruano.

Parece que ni Rusia, ni China, ni el Perú tienen mucho que temer de Estados Unidos. Donald TrUmp no es ningún loco porque, como dice Shakeaspeare de Hamlet, hay método en su locura.

 

Jorge Morelli

@jorgemorelli1

jorgemorelli.blogspot.com

 
Jorge Morelli
16 de noviembre del 2016

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