Paul Neira

El primer año de la educación en la era PPK

Culmina con el magisterio de 14 regiones levantado en huelga

El primer año de la educación en la era PPK
Paul Neira
01 de agosto del 2017

Culmina con el magisterio de 14 regiones levantado en huelga

Estamos ya 28 de julio del 2017 y esperamos el recuento de lo alcanzado por el actual gobierno en diversas áreas. Nuestro interés está puesto en el sector educación. En primer lugar, hay que decir que el actual gobierno heredó una narrativa construida durante el gobierno del presidente Humala. Era el discurso que afirmaba el inicio de una reforma educativa, compuesta por tres grandes líneas: la reforma docente, la reforma universitaria y el aumento del presupuesto, jalado este último por la preocupación de la renovación de la infraestructura educativa y los S/ 60,000 millones que se requerían.

Así a lo largo de cinco años, y con un innegable respaldo político por parte del presidente Humala, asistimos a un inusitado aumento de entusiasmo alrededor de un sector que desde su lectura interior fue olvidado por mucho tiempo. Entusiasmo compartido por economistas, investigadores, hacedores de políticos y opinólogos. Pero el hecho, político en su esencia, de mantener al último ministro de la administración Humala como ministro iniciante de la era PPK fue el sello que firmó la herencia de dicha narrativa en este nuevo gobierno. Se asumían, con este gesto, los activos y pasivos de la mencionada narrativa.

La primera bulla que se cruzó en el camino fue el hecho de que la reforma de la educación superior técnica (entendida en la pieza de su ley, que fue redactada y comandada desde la propia gestión Saavedra) no fue apoyada por el Ejecutivo. Antes bien, fue aprobada por insistencia de parte del Congreso en noviembre del año 2016. Este hecho, que pasó desapercibido por muchos, habla desde mi punto de vista de un profundo desacomodo de esta narrativa generalizada de la reforma educativa. Lo cual lleva a mi segundo punto.

En segundo lugar, el espejismo de lo técnico sobre lo político. Es decir, gran parte de las bases de dicha narrativa se construyó sobre la base de la irrupción de la tecnocracia en el sector educación. Se propuso una visión, un horizonte, se alimentó dicha idea con un aumento de presupuesto basado en programas y planes. Sin embargo, se dejó de lado como componente clave de dicha narrativa el tema político. Tema no menor en un sector como el educativo. Esta ausencia fue cobrada cuando el ministro Saavedra pasó por la interpelación y censura del actual Congreso. Este hecho —la ausencia del tema político en el discurso— no queda allí porque se mantiene como parte de la forma de gestión del Ministerio de Educación. Lo cual lleva a mi tercer punto.

En tercer lugar, el tema de la huelga docente. A la fecha, son ya catorce regiones las que se encuentran comprometidas en una huelga que no tiene visos de acabarse, y mucho menos da señales claras de que se están tendiendo los puentes para lograrlo. En su pináculo se encuentra la región del Cusco, que representando a esas regiones logra materializar en su discurso esa resistencia, política en esencia, al discurso de la reforma educativa, tachonado de lógica tecnocrática. Con la exigencia del magisterio cusqueño, que pide que se derogue la Ley de Reforma Magisterial y su lógica meritocrática (en resumen, evaluaciones a los docentes), encontramos de nuevo el clash profundo entre ambas narrativas, la política y la tecnocrática.

Asistimos así en un primer año del gobierno de PPK a la mayor de las luchas entre un discurso de reforma educativa que, teniendo lógica para el arreglo político del gobierno de Humala, trasplantado en esta nueva gestión pierde tracción, porque tiene que enfrentar un arreglo político distinto en el gobierno y en el equilibrio de fuerzas con el magisterio peruano. Lo que no se previó fue el segundo elemento que desde mi análisis no fue ni visto: el tema del cambio educativo. Entendiendo este como lo que perdura luego de los esfuerzos de los gobiernos y sus reformas educativas planteadas. Veamos para cerrar la evidencia. En el caso docente se habla de reforma magisterial y su lógica meritocrática. Esto último sería el cambio que queremos que quede; es decir, docentes y su sindicato totalmente alineados con la lógica de la mejora a través de la evaluación constante. Ante eso tenemos a catorce regiones y su magisterio levantados en contra de dicho cambio. No toda reforma educativa termina en cambio educativo. Y esto lo estamos viendo dolorosamente en el sector educación. Mucho está en juego.

Nota de cierre. La administración Martens ha dado en el clavo al plantear como dos ejes claves de su gestión el tema de la educación rural (olvidada por años) y el tema de la innovación. Desde acá reconocemos su acierto. Aunque tenga que enfrentar un escenario de llanuras en fuego. Esperemos que el segundo año de gobierno del PPK sea mejor de lo que fue este primer año.
 

Paul Neira

Paul Neira
01 de agosto del 2017

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