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La nueva hora de los partidos

La nueva hora de los partidos
Víctor Andrés Ponce
20 de junio del 2014

Grave corrupción en regiones les abre una gran oportunidad política

La detención de tres presidentes regionales y la multiplicación de las investigaciones y procesos contra decenas de funcionarios y alcaldes ha roto el encanto que tenía la regionalización contra el centralismo, porque limeños y provincianos perciben que los movimientos y líderes locales, tarde o temprano, protagonizarán algún escándalo. La política regional sin programa y sin idearios parece haberse convertido en la loca carrera por “manejar los recursos” que han generado las inversiones en el interior.

Pensar que, unos meses atrás, algunos presidentes regionales como Gregorio Santos en Cajamarca se planteaban la posibilidad de una candidatura presidencial, y pensar también que algunos politólogos consideraban que la creación de un nuevo sistema de partidos en el Perú se iba a producir del campo a la ciudad, de las regiones a la capital. Al margen de cualquier adhesión o rechazo, esos sentimientos, ambiciones y reflexiones hoy no tienen viabilidad. ¿Significa que ha llegado la hora de la re-centralización política? O en otras palabras, ¿significa que el fujimorismo, el Apra, el PPC volverán a dejar su impronta en las regiones como antes?

Considerando los nuevos escenarios, el fujimorismo pisa fuerte y anuncia que presentará candidatos en todas las regiones, en 70% de las provincias y en la mitad de los 1,800 distritos del país. Si bien el Apra ya no tiene la fuerza organizativa de antes, no sería nada extraño que ante los descalabros regionales en Tumbes, Piura y Ancash, se proponga recuperar en algo la leyenda del sólido norte, aunque es absolutamente posible que el fujimorismo le agüe la fiesta.

Especulaciones más o menos, es evidente que estamos ante la posibilidad del retorno de los partidos a las regiones y provincias, hecho que representa una gran noticia para nuestra democracia en permanentes cuidados intensivos.

Si la corrupción en las regiones se desbordó hasta gangrenarse en crimen organizado fue porque el Ministerio Público, el Poder Judicial, la Contraloría y el gobierno central no asumieron sus responsabilidades, pero también porque no existían partidos políticos que conectaran los espacios públicos locales y regionales con los humores nacionales. En este contexto la regionalización agravó la desinstitucionalización del país.

Pero, planteadas las cosas así, vale recordar el porqué los partidos del siglo XX se pulverizaron. Por la sencilla razón de que las reformas económicas y sociales de esa centuria lo desarrollaron dos regímenes que congelaron a los partidos: el velasquismo estatista que hundió en la pobreza al 60% de los peruanos, y el fujimorismo que derrotó al populismo a combazos y desreguló una economía que empezó a prosperar. El negarse a liderar el cambio del modelo que había empobrecido al Perú, junto a la ineficiencia para enfrentar a la subversión, fueron las estocadas mortales a los partidos

Ahora bien, los partidos parecen estar de vuelta compartiendo un consenso sobre la economía de mercado que ha arrinconado a la pobreza y la desigualdad. Si de veras quieren aprovechar esta inmejorable ocasión, las organizaciones nacionales deberían ser capaces de decirle a los electores del interior una verdad fundamental: que las inversiones en nuestros recursos naturales y el agro han permitido el proceso de descentralización económica y social más impresionante de nuestra historia, que lamentablemente no ha sido acompañado de por las autoridades regionales, provinciales y distritales.

Si se habla claro los partidos entrarán en tiempos de cosecha. El marxismo en las provincias creó una especie de “sentido común” que ubicaba como enemigo al empresario, al inversionista, pero la desaceleración económica está dejando en claro que cuando las inversiones se retraen pierden las propias regiones y todo el país. Si hay dudas, contemplemos la devastación que ha dejado Santos por oponerse al proyecto Conga y a la minería en Cajamarca.

Por Víctor Andrés Ponce

Víctor Andrés Ponce
20 de junio del 2014

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