Vuelve la tranquilidad a Chumbivilcas

Luego de los violentos enfrentamientos ocurridos días atrás en el sector Jayculli, perteneciente a la localidad de Quehuincha, distrito de Livitaca (provincia de Chumbivilcas, Cusco), el Gobierno Regional de Cusco (GORE Cusco) recién decidió ponerle atención a la disputa de las dos comunidades cusqueñas por la posesión de territorios comunales. Los pobladores de las comunidades de Uchucarcco, del distrito de Chamaca y de Quehuincha, del distrito de Livitaca, mantienen una disputa “histórica” sin que las autoridades puedan establecer la correspondiente demarcación territorial.

Con la muerte de un joven de 23 años y los más de 30 heridos ocurridos el día de la reyerta, el consejero regional Walter Silva, representante de la provincia de Chumbivilcas, y el consejero Nicanor Umiyauri, de la provincia de Espinar, presentaron un proyecto de acuerdo regional para conformar un equipo técnico encargado de solucionar el conflicto territorial entre las dos comunidades. Pese a los distintos problemas relacionados con la territorialidad de distintas comunidades en la región, el GORE Cusco no ha establecido una oficina encargada de resolverlos. La conformación del equipo técnico propuesto por los consejeros Silva y Umiyari confirma la ausencia de una oficina de acondicionamiento territorial en el GORE Cusco.

Roger Villalobos, presidente de la comunidad de Quehuincha, ha señalado que el problema de demarcación entre las comunidades de Quehuincha y Uchucarcco está pendiente. “Es eterno y no es atendido por el GORE Cusco”. Por su parte, Isaías Chañe Torres, de Uchucarcco, responsabilizó a las autoridades regionales por abandonar los procesos de delimitación de tierras en la provincia de Chumbivilcas. El conflicto territorial entre las comunidades de Quehuincha y Uchucarcco es previo al canon, histórico y sin solución; por tanto, la naturaleza del conflicto no es económica. No es por el canon que se distribuye.

Sobre el canon, vale decir que este año, con respecto al año anterior, ha incrementado en cinco veces el presupuesto de la municipalidad provincial de Chumbivilcas. Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Chumbivilcas y Espinar son las provincias cusqueñas que más dinero recibieron por concepto de canon minero entre 2012 y 2018. El distrito de Velille recibió S/ 333,000 en 2017 y S/ 6 millones en 2018; un incremento de 1,748%. Livitaca, S/ 547,000 en 2017 y S/ 3.3 millones en 2018 (un incremento de 500%). Y Chamaca recibió S/ 303,000 en 2017 y S/ 2 millones en 2018 (660% de incremento). Además, de los ocho distritos de la provincia de Chumbivilcas, Santo Tomás recibió S/ 894,000 en 2017 y S/ 5.4 millones en 2018. Cifras nunca antes imaginadas por los pobladores de esos lugares. No hay, entonces, ningún tipo de interés económico en los problemas limítrofes entre Quehuincha y Uchucarcco, puesto que el canon beneficia a todos.

Sin embargo, en el conflicto entre los distritos de Livitaca y Chamaca existe un interés de la izquierda radical de azuzar los problemas territoriales existentes. El fin de la izquierda marxista es generar climas de violencia en los lugares donde existen proyectos mineros. El objetivo es crear nuevos liderazgos encargados de apropiarse de las demandas sociales para erigirse como los abanderados de las luchas populares. En ese contexto, un conflicto territorial es agudizado para, también, generar caos y violencia que abonan en favor de la inestabilidad social del país. ¿Con qué objeto? Para espantar a los inversionistas. En este caso, para detener la producción de cobre.