Siguen las tensiones en el Corredor Minero del Sur

Días atrás el Frente de Defensa de la Provincia de Chumbivilcas (Fudich) publicó un comunicado rechazando las negociaciones abiertas para la firma de un convenio marco entre la empresa minera concesionaria de la unidad Constancia y las autoridades de la provincia de Chumbivilcas.

Entre las razones de este rechazo están que el proyecto de convenio no contempla la construcción de “infraestructura, obras sociales, programas económicos y productivos”. Se plantean estos argumentos no obstante que la empresa minera, desde hace varios años, ejecuta diversos programas de desarrollo a favor de las comunidades. La única explicación, entonces, del rechazo a la firma del convenio reside la extrema ideologización de los líderes locales.

Ahora, precisemos algunos temas. Por ejemplo, en los meses pasados Hudbay desembolsó poco más de US$ 1 millón en insumos biomédicos, implementos de bioseguridad y alimentos, que se repartieron a las comunidades de su área de influencia directa e indirecta. Dicha entrega se realizó a través de las autoridades y los líderes sociales. No solo eso, Hudbay ha implementado programas de desarrollo productivo en varios distritos; entre ellos figuran Chamaca, Velille y Livitaca, con los cuales tienen sendos acuerdos de cooperación (acuerdos marcos). Y debemos agregar que en julio pasado la empresa obtuvo la aprobación de un estudio de preinversión del Hospital de Santo Tomás. El hospital será construido con recursos del Gobierno Central, pero la empresa acordó financiar el estudio técnico de S/ 1.2 millones.

Decir que Hudbay no ha implementado programas de desarrollo social o económico productivo es una mentira que solo busca demonizar a la empresa para bloquear inversiones y crecimiento. De hecho, desde el 2013 la empresa firma cada año convenios con municipios distritales y provinciales. 

La verdad detrás de los reclamos de los líderes sociales es que muchos de ellos estarían influenciados por organizaciones no gubernamentales e instituciones que han desarrollado una tenaz oposición a los proyectos mineros en el denominado Corredor Minero del Sur. Estas organizaciones han difundido diversas leyendas y mentiras; como aquella en la que culpan a Hudbay de la contaminación del agua en Espinar, pese a que las operaciones de esta empresa se realizan en Chumbivilcas. Semejantes mentiras solo tienen una raíz: el extremismo ideológico.

En este contexto, para agudizar la situación los líderes del Frente de Defensa han anunciado un posible paro contra Hudbay. El Ejecutivo debe tomar en cuenta todas las acciones que el movimiento antiminero intenta desarrollar en Chumbivilcas con el objeto de paralizar inversiones mineras que hoy fundamentales para enfrentar la megarrecesión actual.

Como todos sabemos en el llamado Corredor Minero del Sur se concentra más del 50% de la producción de cobre del Perú, que se envía al exterior a través del Puerto de Matarani. La administración Sagasti debería entender que el extremismo minero buscará paralizar la producción en esta área para agravar las condiciones económicas y sociales del país en el 2021. El objetivo: crear un clima propicio para difundir la leyenda de que las postergaciones y exclusiones en las zonas mineras no se explican por el fracaso del Estado en la redistribución de la renta minera –que se cobra a través de los impuestos– sino por la naturaleza capitalista de las empresas mineras.