¡Se prepara un paro en el sur contra el Perú!

Para los sectores radicales antimineros en nada interesa la enorme posibilidad que tiene el país de beneficiarse del nuevo ciclo de precios del cobre, que en las bolsas mundiales sobrepasa los US$ 4 por libra. No interesa un nuevo súper ciclo de precios que posibilitaría al Perú –en caso de concretarse la cartera de inversiones– crecer por encima del 5% y reducir pobreza por debajo del 10% de la población.

Considerando la recesión que ha destruido más del 11% del PBI y ha aumentando la pobreza en 10% de la población, la conducta de los sectores antimineros del sur es abiertamente contra el Perú. Sobre todo porque en esa zona se produce más del 50% del cobre nacional.

Días atrás, en la provincia de Espinar (Cusco), se reunieron diversas organizaciones para preparar un paro de la macrorregión sur, que debería concretarse entre marzo y abril, antes de las elecciones nacionales. El denominado “IV Encuentro Regional de organizaciones sociales y de frentes de defensas” se desarrolló en Espinar con la participación de diversos gremios y líderes, sobre todo de las provincias altas de Cusco (Espinar y Chumbivilcas). Vale subrayar que se trata de un evento diferente al que impulsan los antimineros en las regiones de Arequipa, Puno y Moquegua. Sin embargo, el evento de Espinar acordó la misma medida que impulsan en otras regiones: un paro de 72 horas en el sur. 

En la reunión en Espinar, además de la convocatoria al referido paro, otro de los acuerdos fue exigir a la administración Sagasti que “cancele el contrato con Las Bambas”. Aunque parezca mentira, en el preciso momento de un nuevo superciclo de precios del cobre, los antimineros exigen que se cierre una de las megaoperaciones de cobre más grande del planeta. ¿A qué intereses sirven estos sectores? Semejantes propuestas solo despiertan la suspicacia acerca de que los antimineros buscan el cierre de las minas peruanas para favorecer a las inversiones en otros países y a determinados especuladores de precios del metal rojo.

De otro lado, también en el Cusco, en la provincia de La Convención, el Frente de Defensa local ha anunciado la convocatoria a un paro de 48 horas exigiendo mejores precios de la hoja de coca que se vende a la Empresa Nacional de la Coca (Enaco). Se trata de otra propuesta de paro. 

¿Por qué es importante destacar la protesta en la Convención? El devastador fracaso de las administraciones Vizcarra y Sagasti en el manejo de la pandemia y la recesión de la economía está creando una conflictividad social que, en cualquier momento, podría estallar y ser aprovechada por los radicalismos extremistas, tal como sucedió con la derogatoria de la Ley de Promoción Agraria: 2,500 violentistas bloquearon carreteras y cercaron a las empresas agrarias. El Ejecutivo abandonó el resguardo de la seguridad ciudadana y la mesa directiva del Congreso jugó en pared con la protesta callejera para imponer “el mandato de la calle”.

¿Por qué mencionamos estos hechos? Porque esta estrategia se implementaría para derogar la Ley General de Minería y poner en agenda el debate de una nueva constituyente. Y sobre todo, para bloquear las inversiones en las minas Constancia, Antapaccay, Las Bambas, Cerro Verde, Tintaya, Quellaveco, entre otras.

La conducta de los sectores radicales antimineros, en momentos en que el precio de la libra del cobre trepa notoriamente, entonces, es absolutamente antinacional y contra los pobres. Esta situación se presenta cuando el instituto Fraser acaba de señalar que el Perú ha caído diez posiciones entre los países más atractivos para la inversión minera.

Es evidente, pues, que en el sur hay una olla a presión que podría explotar en cualquier momento; por supuesto que el Gobierno de Sagasti no parece enterado o no le da importancia. De lo contrario, ya habría tomado cartas en el asunto para enfrentar el problema.