Rondas contra minería en Cajamarca

Tal como advertimos días atrás, el 19 de febrero se organizó en Cajamarca un paro de 24 horas en contra de las empresas mineras que se ubican las llamadas "cabeceras de cuenca", entre ellas La Zanja. Detrás del paro estuvieron varias organizaciones –como las Rondas Campesinas de la Provincia de Cajamarca y un autodenominado Comité de Lucha del Medio Ambiente– y autoridades locales de las provincias de San Miguel y Santa Cruz.

Pero, ¿cuáles son los móviles de esta nueva protesta contra las inversiones mineras en Cajamarca? Según los organizadores de la medida, La Zanja supuestamente estaría contaminando "por muchos años" la zona, y sobre todo el valle del río Chancay. No obstante, no se sabe exactamente qué contaminación se denuncia porque los organizadores no han presentado pruebas certeras sobre semejante situación. Existen sí diversos mitos, leyendas y mentiras, que se presentan como "pruebas" y que adquieren “realidad” a través de las redes sociales.

Hay algunos datos relevantes que nos ayudan a comprender mejor el problema. Además de las demandas para el cierre de operaciones de La Zanja, también se exige detener el proyecto minero Castrejón, un emprendimiento de cobre y oro que todavía está en exploración. Asimismo, otra de las demandas planteadas es la continuación de la vía Santa Cruz - El Embalse, paralizada al 25% por denuncias de corrupción contra algunos funcionarios del Gobierno Regional de Cajamarca, entidad que ejecuta la obra. Otra de las reivindicaciones planteadas es sobre las elevadas tarifas de la energía eléctrica y el mal servicio en la zona. ¿Qué tiene que ver una empresa minera con todas estas demandas en contra del Estado y otras entidades? Nadie lo entiende.

Por allí va el tema. Hoy las organizaciones se levantan contra la empresa minera de La Zanja y demás proyectos, no obstante que el conflicto de fondo son los proyectos frustrados y el mal servicio básico de electricidad. Es decir, el problema está en el Estado, la falta de ejecución del presupuesto público y la incapacidad de fiscalizar a las empresas que dotan de energía eléctrica la zona. 

A pesar de estas demandas, pues, “la lucha” que desarrolla la Federación de Rondas Campesinas se dirige contra las inversiones mineras. En este contexto, las organizaciones no gubernamentales locales de izquierda han empezado a desarrollar una campaña paralela en redes sociales para socavar aún más a las inversiones en la zona. Para el día 24 de febrero se ha anunciado un paro en la provincia de Santa Cruz, en la que se asegura que participarán, entre otros, operadores del Movimiento de Afirmación Social (MAS) .

Como se aprecia con absoluta claridad, el objetivo de las izquierdas marxistas es detener las inversiones mineras a cualquier precio porque, de una u otra manera, existe conciencia del papel que juega este sector en el crecimiento de la economía y las posibilidades de reducir pobreza. Sin la minería el Perú estaría acercándose peligrosamente a la recesión. 

De allí el invento sobre las llamadas “cabeceras de cuenca”, sobre los 3,000 metros sobre el nivel del mar. Se pretende prohibir la minería a esa altura de los Andes, no obstante que la mayoría de proyectos de cobre del país se emplaza a esa altitud. El argumento es falaz: se dice que en las cabeceras de cuenca se forman las cuencas hidrográficas que abastecen el consumo humano y la agricultura. Se olvida que las cuencas hidrográficas se forman con las lluvias, y que los países desarrollados han logrado armonizar la minería, la agricultura y el consumo humano, construyendo represas y reservorios para cosechar el agua que proviene de las lluvias. Increíble tanta leyenda.