Reporte desde Las Bambas

Alcaldes dialogan y la paz retorna

Después del ataque radical a Las Bambas que dejó un saldo de 4 muertos, 25 heridos y decenas de detenidos, al parecer el diálogo y la calma vuelven a imponerse en el desarrollo del proyecto minero más grande del Perú que suma US$ 10,000 millones en inversión y que le agregará más de 1.5% al PBI del país, e incrementará la economía de los apurimeños en alrededor del 400%.

Superar los tropiezos en el desarrollo del proyecto, luego de 11 años de buenas relaciones entre el estado, la empresa y las comunidades, ha sido posible porque la Gobernación Regional y los alcaldes provinciales y distritales están de acuerdo con que Las Bambas inicie sus operaciones el próximo año.

El apoyo de los gobiernos subnacionales al emprendimiento es la principal explicación del aislamiento de los radicales antimineros. Semejante situación revela el buen manejo social del proyecto y, de alguna manera, se diferencia de las experiencias de Conga en Cajamarca y Tía María en Arequipa, en las que los alcaldes y los gobernadores regionales se pusieron en contra o se mantuvieron distantes de ambos proyectos.

La tranquilidad entonces ha llegado a la provincia de Cotabambas con la firma de un primer acuerdo entre los burgomaestres y una comisión de alto nivel integrada por ministros de estado. En la reunión, celebrada en el cercano distrito de Coyllurqui, las autoridades de los distritos colindantes al proyecto minero, así como los presidentes de las comunidades pertenecientes a la zona de influencia directa, también pudieron esclarecer las dudas e interrogantes con respecto a la reubicación de la planta de molibdeno y a la modificación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

Los puntos principales del acuerdo establecen que el gobierno levantará el estado de emergencia al mismo tiempo que se terminen con las protestas y paros. Asimismo, los deudos de los fallecidos durante las violentas protestas recibirán como compensación la habilitación de viviendas y serán integrados en los programas sociales del estado. También los heridos recibirán atención integral, y como punto final se acordó la realización de talleres informativos para socializar el Informe Técnico Sustentatorio (ITS).

No obstante, Ronald Bello, presidente del supuesto Frente de Defensa de la provincia de Cotabambas, y otros activistas, evalúan la continuidad del paro porque, según señalan, no fueron invitados al diálogo. Dante Huayhua, dirigente del supuesto frente de defensa de Haquira, también se manifestó en el mismo sentido. En otras palabras, dirigentes que se proclaman “representantes de la gente” se oponen a los acuerdos de los alcaldes elegidos por voto popular. Y tales dirigentes ni siquiera pertenecen a la zona de influencia directa del proyecto.

Por su parte, Juan Pablo CCoñicclla, presidente de la Federación de Comunidades Campesinas de Chalhuahuacho, anunció que se realizará una asamblea extraordinaria entre todas las comunidades campesinas para aprobar el acuerdo.

Otro dato interesante. La empresa MMG, dueña del proyecto Las Bambas, ha llegado a un acuerdo con un grupo de proveedores locales de servicios de alojamiento, alimentación y transporte, que azuzaron y financiaron las protestas. La empresa se ha comprometido a pagar los 600 alojamientos que eran utilizados por obreros y técnicos hasta diciembre y que ahora se ubican en el campamento. Asimismo reconocerá el pago de 5,000 menús. De otro lado, los transportistas locales proveerán un porcentaje de vehículos de transporte (camionetas y camiones)              

Como se ve, ante el fracaso del estado, la empresa privada se ve obligada a desarrollar acuerdos y a ceder a grupos de empresarios locales. En todo caso, el estado, la empresa, los apurimeños y todos los peruanos tenemos que cerrar filas y dejar sin pretextos al ataque del radicalismo anti minero. En Las Bambas se juega gran parte del futuro del Perú.