Se ha vuelto un lugar común denostar del actual Congres...
Con más de 350 contagiados y alrededor de 35 fallecidos por el Covid-19 (hasta el cierre de esta edición) Piura –junto a Lambayeque y Loreto– es una de las regiones donde la pandemia ataca con mayor ferocidad. ¿Cómo enfrenta la región norteña la crisis sanitaria?
Uno de los problemas más álgidos es la dotación de materiales y elementos de bioseguridad para el débil sistema de salud, así como de pruebas rápidas y moleculares para detectar el virus. En días recientes, el ministro de Vivienda, Rodolfo Yáñez, quien ha sido designado por el Ejecutivo para las “coordinaciones” con el gobierno regional y los gobiernos locales, entregó las 600 pruebas moleculares para la región. Semejante número es preocupante porque una región como Piura, con más de dos millones de habitantes, según los especialistas, necesita alrededor de 50,000 pruebas moleculares como mínimo, y no las 600 entregadas. No solo eso, el ministro de Vivienda no ha informado sobre la fecha de entrega de más pruebas moleculares. Peor todavía: hasta ahora no se envían las pruebas rápidas.
El otro tema tiene que ver con los elementos de bioseguridad para personal de salud y de primera línea (policías, militares y personal de servicio público), como es el caso de las mascarillas y mandiles. El ministro de Vivienda ha entregado 28,000 unidades a los centros de salud; sin embargo, solo la Municipalidad Provincial de Piura ha podido comprar y entregar 30,000 que han sido distribuidos a diversas instituciones, entre ellas las Fuerzas Armadas y policiales. Asimismo, un reciente reporte periodístico de un medio local reveló que médicos y enfermeros utilizan bolsas de basura como mandiles. Sin duda, una verdadera tragedia.
En una nota pasada revelamos que la Universidad de Piura había ofrecido reparar y también fabricar respiradores mecánicos, necesarios para la atención de los pacientes graves de Covid-19. Pues bien, resulta que el Gobierno Regional aún no ha comprado las piezas necesarias –que solo venden en Lima– para que puedan arreglarse los ventiladores. De hecho, la región debería tener como mínimo 106 respiradores mecánicos, pero solo tiene 15. Y de ellos, algunos necesitan reparación.
El otro problema es la falta de coordinación entre el Ejecutivo y los gobiernos locales. Esto se ha revelado en la transferencia del presupuesto para la compra de víveres, por parte del Ministerio de Economía y Finanzas a los gobiernos locales. Juan José Díaz Dios, alcalde de Piura y uno de los burgomaestres más activos en el norte, días atrás le enmendó la plana al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). ¿Por qué? Porque el Midis prohibió la utilización de los programas sociales, como el vaso de leche, para una entrega más rápida y eficiente de las canastas. El Midis tuvo que corregir.
La poca coordinación del Ejecutivo con los gobiernos locales ha impedido, por ejemplo, colocar a los obreros de las municipalidades como población en riesgo, aunque están en contacto perenne con los ciudadanos. Así, un obrero de la municipalidad de Piura falleció hace poco porque no se le tomó la prueba que se les hace a la población en riesgo cuando se detecta algún síntoma leve o se tiene sospecha. No solo eso, hoy todo el personal del serenazgo de la municipalidad cumple la cuarentena.
Ahora la región Piura afronta la crisis sanitaria con falta de equipos, sin liderazgo de la autoridad regional, con poca logística y con escasa coordinación del Ejecutivo con las autoridades locales. Y todo ello en medio de la carencia de material de bioseguridad y equipamiento en los hospitales.
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