“Milagro” del agua en Cajamarca

Miles de campesinos tienen hoy agua todo el año gracias a reservorios

El relato antiminero que ha truncado importantes proyectos de inversión se sustenta en dos mentiras: la minería contamina las cabeceras de cuenca -“principal fuente de agua”- y se apropia además del agua que les pertenece a las comunidades y ciudades. A partir de una experiencia directa que hemos tenido en estos días hemos comprobado lo falaz de esas aseveraciones.

En un recorrido por la zonas de influencia de minera Yanacocha, en las alturas de Cajamarca, El Montonero constató que la minería moderna NO contamina las tierras y tampoco deja sin agua a las poblaciones urbanas y rurales. Al contrario, se ha convertido en el principal proveedor de agua de las comunidades adyacentes a los proyectos mineros. Algo que debería hacer el estado, pero no lo hace por incapacidad o indolencia.

Hemos visto cómo los reservorios Chailhuagón y San José, construidos por Minera Yanacocha, abastecen hoy a numerosas familias que antes tenían agua solamente cuando llovía (diciembre a marzo). Esas familias tiene ahora agua de enero a diciembre, lo cual les permite obtener dos cosechas al año, alimentar mejor a su ganado, tener criaderos de truchas. Es decir, han mejorado sustancialmente sus ingresos.

El primer reservorio abarca 24.6 hectáreas y en los meses de lluvias almacena 2.6 millones de metros cúbicos del agua de la cuenca del río Chailhuagón, que son descargados en la temporada seca (enero a noviembre), en beneficio de las comunidades del área de influencia del proyecto Conga. Yanacocha inició la construcción de otro depósito similar, El Perol, pero los antimineros impidieron la obra.

Esos grupos también se opusieron y atacaron al proyecto Chailhuagón, y ahora pretenden que sea entregado al gobierno regional izquierdista de Cajamarca, el que muy probablemente la usaría con fines políticos proselitistas. Yanacocha ha decidido entregarla a la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y a las comunidades campesinas.

El reservorio San José (1.2 millones de m3) se abastece principalmente de las aguas que utiliza la mina Yanacocha para procesar minerales, las cuales son tratadas en una planta que las filtra a altísima presión hasta dejarlas totalmente limpias. Estas aguas son utilizadas en la agricultura y en criaderos de truchas durante la temporada de estiaje.

La compañía minera también ha represado las aguas de los ríos Rejo y Grande, éste último tributario del Cajamarquino, que abastece a la ciudad de Cajamarca. Gracias a estos diques, las zonas de esa ciudad que antes tenían tres horas de agua al día hoy tienen seis horas. Además, Yanacocha ha construido 345 reservorios multifamiliares, ha encementado 112 kilómetros de canales de regadío y ha tecnificado el riego en más de 1800 hectáreas, en beneficio de miles de agricultores.

Los hechos reseñados desmienten categóricamente los argumentos antimineros. Demuestran en primer lugar que las “cabeceras de cuenca” no son fuentes de agua, pues si ello fuese cierto la sierra tendría agua todo el año y no es así. En esas cabeceras el agua proviene de la lluvia que discurre hasta formar ríos y riachuelos, pero éstos se secan después que paran las precipitaciones pluviales.

Demuestran en segundo lugar que la solución a la escasez de agua en la sierra es la construcción de reservorios, una tarea que en Cajamarca ha sido asumida por el sector privado, pero que debiera ser obligación y responsabilidad del estado. Si éste construyese reservorios en todas las cuencas hidrográficas andinas, millones de campesinos verían hacerse realidad el “milagro” de tener agua todo el año, y entonces la pobreza sería erradicada de gran parte de nuestra sierra.

23 – Jul – 2015