¡Más de 600 muertos por friaje!

La noticia es de espanto y las autoridades no se inmutan. De acuerdo al Ministerio de Salud (Minsa) en las últimas semanas 604 personas fallecieron víctimas de neumonías provocadas por las bajas temperaturas. Una situación inconcebible, generada por la falta de prevención y de atención médica inmediata por parte de los centros de salud.

A nuestro entender, el presidente Martín Vizcarra debería encabezar la movilización general del Estado peruano para enfrentar la ola de friaje que azota a los Andes peruanos, y afecta principalmente a ancianos y niños. Sin embargo, el Ejecutivo parece priorizar temas de mayor impacto mediático —como el asunto de la publicidad estatal— olvidando su responsabilidad principal de enfrentar este fenómeno climático que afecta a los más pobres del Perú.

Es cierto que el Gobierno ha destinado ayuda, consistente en frazadas, casacas, pantalones, kits de limpieza y herramientas. Sin embargo, su responsabilidad no termina allí. La falta de medicinas en las postas médicas se ha vuelto una constante, y es justamente a estas postas a donde acude el sector más pobre del país para resolver sus problemas de salud. En esta situación el Ejecutivo, sobre todo, debería convertirse en el director de una orquesta de los gobiernos regionales y locales, además de convocar el apoyo y la participación del sector privado, en una gran cruzada a favor de las víctimas del friaje.

De acuerdo a Basilio Cairo, periodista puneño, la atención a la población por parte del Estado es deprimente en las partes altas del Collao y Chucuito. “Nadie hace nada. A nadie le interesa”, indica Cairo. Pompeyo Aliaga, de Huancayo, sostiene que en los hospitales tampoco hay medicinas. “No hubo vacunación oportuna”, afirma el veterano periodista. Asimismo, dice que los pacientes con infecciones respiratorias comunes están congestionan los centros de salud y que las autoridades del Gobierno Regional recién iniciarán una campaña de reparto de frazadas. Señala que las clases en los colegios se han retrasado y que 300 crías de ganado vacuno han muerto en las zonas altas de Acobamba y Huasicancha.

Huancavelica, uno de los departamentos más pobres del país, también sufre terriblemente las inclemencias de las heladas. Según Óskar Natteri, editor del diario Correo, 14 distritos han sido declarados en emergencia por casos originales de la gripe AH1N1, por una persona fallecida y 19 casos por confirmar. “Una gran cantidad, todavía no determinada, de ganado ovino, vacuno y auquénido de las alturas ha muerto por el frío y por la falta de alimentos”, señala Natteri.

Mientras en Lima, Ejecutivo y Legislativo se enredan en discusiones políticas que no edifican y provocan crisis y enfrentamientos, la cantidad de frazadas no es suficiente para detener la mortandad que se podría avecinar. Y todavía están a tiempo para enviar personal de sanidad a las zonas altas y vacunar a la población. Pero ¡mucho cuidado! Según un reporte del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), en julio, las temperaturas en ciudades como Huancayo, Huancavelica, Puno y otras de la cordillera andina podrían alcanzar -5º C, y en las zonas altas (sobre los 4,000 m.s.n.m.) llegaría a -15ºC.

En provincias el desentendimiento de los gobiernos locales es parecido al del Gobierno central. Las autoridades y los políticos están ocupados en las próximas elecciones para elegir alcaldes y gobernadores regionales. Según nos reportan los colegas de provincias, las direcciones regionales de salud nunca iniciaron las exhaustivas campañas de vacunación que habrían paliado los casos de neumonía que se están presentando en la sierra. Algunos argumentan que fue por falta de vacunas, pero lo cierto es que hay desidia en todos los niveles de gobierno.

El presidente Vizcarra y el premier Villanueva, como ex autoridades provincianas, deberían entender la prioridad de acudir inmediatamente a proteger a los niños y ancianos, que son los más vulnerables ante el intenso frío. A la fecha, 400 personas adultos mayores, 72 niños menores de cinco años, y ciudadanos de mediana edad han fallecido.

¿Qué hace, entonces, el Ejecutivo de Martín Vizcarra para socorrer a tiempo a la población afectada por el clima? ¿Creen acaso que con repartir frazadas y ropa ya cumplieron con su obligación? ¿Qué espera el Gobierno? ¿Que la situación se vuelva incontrolable? ¿Qué espera Villanueva, como presidente del Consejo de Ministros, que no lidera, que no se convierte en director de orquesta en una emergencia tan grave como esta?