Sigue campaña contra proyecto Río Blanco

Para el desarrollo del norte, el crecimiento y la lucha contra la pobreza es fundamental lo que que ocurra en Piura con respecto a la viabilidad del proyecto minero Río Blanco (ex Majaz), y sobre todo con el desarrollo de las acciones del movimiento antiminero que busca liquidar esta operación.

En el mes de marzo pasado el ministerio de Energía y Minas emitió una   Resolución Directoral (N° 257 -2020/MINEM-DGAAM) en la que aprobaba una segunda modificación de la actualización del Plan de Rehabilitación del proyecto. Vale recordar que actualmente el proyecto Río Blanco está en manos de un consorcio de empresas chinas, lideradas por Zijin Mining Group Co, que continúan apostando por el desarrollo de este yacimiento de cobre que pertenece al denominado “cinturón cuprífero del norte” (integrado por Cajamarca y la sierra de la La Libertad)

Pues bien dicho Plan de Rehabilitación consiste, entre otros componentes en el desarrollo de un programa de sensibilización social en el que se implementan diversos proyectos de sostenibilidad económico productiva (“Madre tejedora”, “Sanidad animal y vegetal” y otros en temas de salud), y también contempla la construcción de caminos y carreteras comunales y alrededor de Río Blanco.

Sucede entonces que dicho Plan de Rehabilitación ha sido todo un éxito. Es decir, Río Blanco ha logrado, a través de sus programas sociales y productivos, acercarse a la población y sobre todo persuadirlas de que el proyecto beneficiará y contribuirá al desarrollo de las comunidades de los distritos de Segunda-Cajas y Yanta. 

En medio de la pandemia del Covid-19, Río Blanco entregó un millón de litros de gas de oxígeno para los pacientes y abasteció con más de 100 botellas de oxígeno a las provincia de Piura, Ayabaca, Huancabamba, Morropón y Sullana. No solo eso, además la empresa ejecutó un programa de desnutrición infantil con talleres de nutrición para las familias, la instalación de biohuertos y la entrega de medicina. En temas de productividad, la empresa ha realizado un programa exitoso de mejoramiento de ganado (que incluye desparasitación, vacunación, vitaminización y suministro de sales minerales), además de campañas de capacitación en sanidad y nutrición animal. En temas de empleabilidad, Río Blanco firmó un convenio con un Centro Tecnológico Minero y viene desarrollando un programa de capacitación de operadores de maquinaria pesada, dirigido a pobladores de la zona de influencia.

Todo lo anterior ha dado sus frutos. Hoy existe una abierta aceptación al proyecto en las diversas comunidades. No obstante ser un gran paso para el desarrollo y el progreso del alto Piura, donde se concentra todavía el 35% de la pobreza en la región, esa aceptación es una afrenta para el movimiento antiminero. Resulta que se ha desatado una campaña informativa contra Río Blanco porque supuestamente habría desarrollado sus programas sociales de manera ilegal porque, según dicen, el Ministerio de Energía y Minas recién comunicó a las diversas autoridades la Resolución Directoral N° 257 -2020/MINEM-DGAAM el pasado 16 de octubre.

Es decir, con argucias y por “quítame esta paja” los antimineros intentan desconocer todo el trabajo de relacionamiento con las comunidades implementando por Río Blanco, un trabajo que ha sido sumamente exitoso. Al no tener ningún soporte valedero, los antimineros intentan buscan tres pies al gato, como se dice, para liquidar un proyecto minero de cobre que traería beneficios para todo Piura.