Las rondas siguen amenazando a la minería

En medio del estado de emergencia decretado por la administración Vizcarra, las rondas campesinas siguen desarrollando sus estrategias en contra de la minería moderna. Como todos sabemos, estas organizaciones –sobre toda las del norte del Perú– se han propuesto eliminar las inversiones mineras sobre los 3,000 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m) con el argumento falaz de que la producción minera sobre esa altitud destruye las llamadas “cabeceras de cuenca”, que supuestamente son las áreas en donde se crean los sistemas hídricos que abastecen al consumo humano y la agricultura.

El argumento es extremadamente falaz porque todos sabemos que los sistemas hídricos para el consumo humano y la agricultura provienen de las lluvias. Y también todos sabemos que los países desarrollados han resuelto el problema del agua construyendo represas y reservorios. El argumento del radicalismo y las llamadas rondas apunta, pues, a detener la mayoría de inversiones en cobre que, generalmente, están sobre los 3.,00 m.s.n.m.

En esta ocasión un grupo de supuestos ronderos en la comunidad de Paucartambo (en Pisac, Cusco) publicó un pronunciamiento para rechazar un petitorio de concesión minera. Antes, vale recordar que lo que se ha rechazado es un pedido de concesión minera, que no es lo mismo que una posible exploración o construcción de alguna operación minera, y que además dicha concesión no está dentro de las áreas arqueológicas.

Pero la sorpresa es que estas comunidades están siendo asesoradas por líderes de la Central Única de Rondas Campesinas del Perú (Cunarc), una organización que desarrolla campañas contra la minería moderna en Cajamarca. ¿Qué significa que miembros de la Cunarc asesoren a dicha organización en Cusco? Pues sencillo, que habría una estrategia de expansión de las rondas campesinas contra las inversiones mineras por todo el Perú. Si al comunicado del Cusco le sumamos lo hechos ocurridos semanas atrás en Piura y Cajamarca, entonces existe una estrategia en desarrollo contra las inversiones mineras.

Vale recordar también que en Piura dos comuneros fueron excarcelados por el Poder Judicial, luego de ser acusados por agresión a una lideresa rondera que está a favor de las inversiones mineras en el alto Piura. en esa zona, desde hace años se frustra el Proyecto Río Blanco, uno de los prospectos más importantes en la región y que, con una inversión de más de US$ 1,000 millones, multiplicaría las posibilidades de reducción de pobreza y de desarrollo. 

De otro lado, en Cajamarca, especialmente en Celendín, los líderes de la

Cunarc pretenden bloquear las inversiones de la empresa minera La Zanja y otros proyectos, no obstante que los problemas sociales son causados por la deficiencias del Estado en la provisión de servicios sociales y la incapacidad de fiscalizar a las empresas que dotan de energía eléctrica la zona.

Como se aprecia con absoluta claridad, y como ya lo hemos advertido en varias ocasiones, el objetivo de las izquierdas marxistas es detener las inversiones mineras a cualquier precio porque, de una u otra manera, existe conciencia del papel que juega este sector en el crecimiento de la economía y en las posibilidades de reducir pobreza. Sin la minería el Perú estaría acercándose peligrosamente a la recesión. Por eso es importante que el Ejecutivo tome nota de la estrategia contra la minería de las rondas campesinas.