Las empresas mineras y las vacuna contra la Covid-19

Días atrás, el Ejecutivo anunció que la Confiep se encargará del traslado desde China del primer millón de vacunas que llegarán al país para inmunizar al personal de primera línea (médicos, enfermeras y policías). Una vez más, entonces, el sector privado se vuelve a movilizar para poner el hombro en la contención de la Covid-19. Entre las empresas y corporaciones que participan del esfuerzo hay un importante grupo de empresas mineras.

Vale hacer la siguiente observación: la minería moderna peruana se rige por estándares de clase mundial, con una cadena logística altamente competitiva y eficiente. Frente a un Estado que ha fracasado en todas las líneas en la lucha contra la pandemia, el importante aporte del sector privado, y de la minería moderna en particular, se hace literalmente de vital importancia.

¿En qué consiste este apoyo? El Estado, a través del Ministerio de Salud (Minsa), es el titular de este primer lote de vacunas. El sector privado, vía la asociación Soluciones Empresariales contra la Pobreza (SEP) pagará los servicios de un operador logístico de primer nivel que garantice la seguridad de la carga. Para ello, el Minsa y SEP han firmado un convenio que autoriza a esta asociación el traslado de las vacunas desde China hasta el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos. Una vez aquí, las vacunas serán distribuidas por el Minsa. No obstante, el tiempo de traslado dependerá del permiso de exportación, que el Minsa debe gestionar ante el Gobierno chino. 

Aquí cabe valga hacer una pequeña digresión con respecto al fracaso del Estado. Durante el Gobierno de Martin Vizcarra,se emitió a través de Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), el Decreto Legislativo Nº 1492, que supuestamente busca impulsar la competitividad logística del comercio exterior, a través de la transparencia de los costos, y asegurar la predictibilidad en las operaciones que realizan los usuarios con respecto a los servicios contratados vinculados al transporte de mercancías. En este contexto, ¿qué puede saber el Estado de competitividad logística si no puede importar vacunas? En todo caso, dejamos allí la pregunta.

No es la primera vez que las empresas mineras hacen un aporte extraordinario para la prevención, la atención y la lucha contra la Covid-19. Sin la minería moderna probablemente varias regiones no hubieran tenido los recursos, los equipos ni las plantas de oxígeno para enfrentar la pandemia. Cajamarca, Moquegua, Cusco, Apurímac, Arequipa y Tacna cuentan con una o varias plantas de oxígeno operando al 100% gracias al aporte solidario de la minería moderna. Y ese es solo un ejemplo del apoyo brindado por las empresas mineras. 

Sin embargo, frente a esta realidad, hay peruanos de mala voluntad que pretenden liquidar a la minería moderna para imponer el socialismo del siglo XXI. Hay organizaciones no gubernamentales subsidiadas desde el extranjero y que desarrollan diversos mitos para paralizar proyectos y unidades de producción. 

Lo seguro es que todo el sector privado en general ha sido, es y será solidario durante la pandemia. Repetimos, el fracaso de este Estado resulta evidente porque, según un reciente informe de la Sociedad de Comercio Exterior (Comex), hubiera podido comprar 8,000 unidades de cuidados intensivos (UCI) y 57,000 camas hospitalarias si hubiera ejecutado todo su presupuesto. 

El Perú debe desarrollar ahora Tía María, Conga y otros importantes proyectos mineros. No podemos darnos el lujo de echar por la borda una herramienta fundamental para el crecimiento y el proceso de reducción de pobreza en medio de una de las recesiones más graves de las últimas décadas. En este contexto, bloquear o paralizar las inversiones mineras se convierte en un verdadero crimen social.