La tragedia llega al Cusco

A la pandemia Covid-19 se le suma la crisis económica en una región que depende en gran medida del turismo, tanto interno como externo. ¿Qué sucede en Cusco? A continuación un breve informe sobre la caótica situación económica, social y sanitaria de la región cusqueña.

En los últimos días los casos de Covid-19 en la región se han disparado. Ahora llegan a alrededor de 16,400 contagiados y los fallecimientos sobrepasan los 400. De hecho, en tan solo un día los muertos registrados por la pandemia han llegado a 30; y la cifra, desgraciadamente, continúa en crecimiento. De allí que las morgues estén absolutamente abarrotadas. Los medios locales han informado que de continuar así en los próximos días habría una calamidad mayúscula.

Según un informe de la Defensoría del Pueblo, en los dos más grandes hospitales de la región (Antonio Lorena y Hospital de Essalud) ya no hay más espacio para los pacientes. Hoy las 222 camas para hospitalización y 23 camas UCI, que suman entre ambos, se encuentran ocupadas. No solo eso, a este problema se le agrega el bajo número de médicos intensivistas (21) con los que cuentan ambos nosocomios. Para tratar de ayudar, una brigada de 50 médicos han llegado desde Lima.

Como en otras regiones, los gremios y sindicatos médicos también han alzado su voz de protesta por la falta de insumos y de equipos de bioseguridad. El Ministerio de Salud, desde Lima, también ha tenido que enviar alrededor de 50 toneladas de equipos médicos (guantes, mascarillas, etc.). Quizá parte del problema tiene que ver con la poca capacidad y eficacia para el gasto del presupuesto público en la región. El Ministerio de Economía y Finanzas transfirió recursos por más de S/ 64 millones; sin embargo, el Gobierno Regional solo ha gastado alrededor de S/ 12 millones, solo el 24% de ese presupuesto. Terrible, sobre todo en el actual contexto.

Como dijimos líneas arriba, el problema de Cusco no es solo sanitario, sino además económico. El Covid-19 ha frenado los viajes turísticos a nivel mundial y ha tirado abajo este sector, algo especialmente grave en una región en la que el 14% de sus ingresos dependen del turismo. Según un informe de la Universidad San Antonio Abad, el turismo dejaba alrededor de S/ 21,000 millones en la región. El problema es mayor si se entiende que Lima y Cusco eran las paradas habituales de los turistas que gastaban en la ciudad inca cerca de US$ 800. En otras palabras, el frenazo del turismo es grave. Si se entiende que cerca del 40% de los trabajadores en el turismo son asalariados, entonces se configura una crisis económica. Y sobre todo un retorno de la pobreza sin precedentes.

Por ahora, el Gobierno nacional y el regional no saben qué hacer. En los últimos días se nota un cambio de estrategia en la contención del virus, con la entrega de cien mil “bolsitas salvadoras” que contienen, entre otras cosas, ivermectina. La pregunta es ¿por qué no se hizo antes? Una pregunta que luego se deberá responder.