La tragedia del Covid-19 llega a Huánuco

Como una película de terror y tragedia que se escenifica en cámara lenta, las regiones son azotadas por oleadas que empiezan y terminan con una alta tasa de letalidad. Primero fue Loreto, luego Piura, después Trujillo y hoy le toca a Arequipa y Huánuco. La noticia de que ayer 11,240 personas habían dado positivo al Covid-19 en Huánuco y que, en las últimas horas, habían fallecido 55 personas, alcanzando un total de más de 320 decesos, confirma que la región huanuqueña vive un verdadero drama por la pandemia del coronavirus. 

Días atrás el actual gobernador regional Juan Alvarado indicó, en un medio nacional, que en su región “nadie había fallecido” por falta de oxígeno clínico, vital para el tratamiento del Covid-19. Dicha declaración contrasta nítidamente con la realidad, cuando el propio presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Huánuco, Roberto Refulio, le ha propuesto al Gobierno Regional comprar concentradores de oxígeno, mientras se culmina la compra e instalación de una planta de oxígeno. Asimismo, el empresario exigió que desde el Gobierno Regional se compre más de 160 balones de oxígeno que ahora hacen falta. 

El gobernador regional también señaló en los medios que todo estaría controlado pues incluso “habría camas libres” en los hospitales de Huánuco. Sin embargo, días después el propio gobernador regional se contradijo cuando reconoció que los dos hospitales más grandes que atienden a enfermos del Covid-19 habían “colapsado”. Cuando se trata de muertes y agonía la realidad no se puede negar.

De otro lado, la ineficiencia del Gobierno Regional para la ejecución del presupuesto asignado por el Ministerio de Economía y Finanzas es evidente, pues solo se ha gastado el 33% de los más de S/ 32 millones. Por eso los médicos y personal sanitario han salido a protestar, por la falta de equipos. Hoy existen más de 65 médicos y enfermeros con Covid-19 en toda la región.

La situación es tan crítica en Huánuco que, por ejemplo, en el Hospital de Essalud los propios médicos señalan que “debe morir un paciente para que ingrese otro”. El Hospital Hermilio Valdizán, que está en construcción, no está habilitado para atenciones. En esta situación se necesita un mínimo de cien camas habilitadas.

La suma de errores del Ejecutivo y del Ministerio de Salud en las políticas para contener el Covid-19 y los desaciertos del Gobierno Regional –tal como ha sucedido en Arequipa– comienza a configurar una tragedia humanitaria en la región huanuqueña. Si bien es seguro –como sucedió en la región arequipeña– que el Minsa intervendrá la dirección regional de salud, es evidente que hay muchos gestos para las cámaras. Se necesitan salidas y compromisos reales para detener los contagios. De momento el Minsa ha entregado al Gobierno Regional de Huánuco, a través de la Dirección Regional de Salud (Diresa), 40 concentradores de oxígeno para atender a los pacientes críticos.

Hoy en toda la región la letalidad del Covid-19 ha subido de 2.75% a 5.40% por encima incluso del promedio nacional que es de 5,20%. De continuar así, es casi seguro que la región seguirá tiñéndose de negro.Cabe recordar también que hace días visitó la región la ministra de la Mujer, Gloria Montenegro, quien fue emplazada por varias autoridades locales, que exigieron la dotación de ventiladores mecánicos. Hoy solo hay 45 en toda la región. Un número absolutamente insuficiente.

Sin duda, la situación de Huánuco se vuelve grave y trágica, mientras el Ejecutivo y el Gobierno regional se pelotean las responsabilidades en la explosión de contagios y la alta letalidad.