Helada desnuda inoperancia del Estado

 

Un reporte de la Defensoría el Pueblo señala que 182 personas han fallecido en nueve departamentos declarados de alto riesgo por la temporada de helada y friaje 2018. El Ministerio de Salud, por su lado, señala que en este año han muerto 604 personas por causas relacionadas con enfermedades respiratorias.

Para la Defensoría del Pueblo, el Plan Multisectorial elaborado por el Viceministerio de Gobernanza Territorial —de responsabilidad de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM)— no ha funcionado. La mala experiencia de los años anteriores se ha vuelto a repetir por la falta de prevención, desidia e incompetencia de los funcionarios encargados de los distintos ministerios

Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), la temporada de frío afecta a casi medio millón de personas y ha ocasionado la muerte de 40,000 cabezas de ganado, 2,000 viviendas dañadas y la pérdida de 500 hectáreas de cultivo de los campesinos más pobres de la sierra. Es decir, al Gobierno poco o nada le importa lo que sucede en el interior del país. Si esto hubiera sucedido —por ejemplo— en Reino Unido, las autoridades responsables hubieran dimitido al cargo por vergüenza. Una irresponsabilidad de esa magnitud nunca debió haber sucedido.

¿Qué pasa con los reflejos del Gobierno? ¿Acaso la coyuntura política absorbe la totalidad del tiempo de las autoridades nacionales y locales? ¿Acaso la sobrevivencia política está por encima de las emergencias nacionales? El reporte de la Defensoría del Pueblo hace hincapié de lo señalado por El Montonero hace más de un mes. El ahora famoso (por su inutilidad) Plan Multisectorial no ha cumplido los objetivos previstos. Según el Plan, hoy no estaríamos lamentando ni muertes ni pérdidas de ganado ni casas y sembríos en 257 distritos que ya habían sido identificados por el Plan.

Para la prevención (que nunca hubo) el Gobierno destinó casi S/ 4 millones en el diagnóstico y tratamiento de infecciones respiratorias agudas, vacunas contra la neumonía y desplazamiento de personal de salud en las zonas afectadas por el frío intenso. De nada sirvieron las cocinas mejoradas, los bidones con grifo y las teteras que, de manera tardía, entregó el Ejecutivo por intermedio de sus distintos programas sociales. Las heladas son tan extremas que hasta han afectado la pesca de camarones en los ríos Majes, Tambo y Omate, en Arequipa.

¿Qué destino provechoso tuvieron los casi S/ 10 millones, que maneja el programa Reducción de Vulnerabilidad y Atención de Emergencias por Desastres, que entrega kits de abrigo? ¿Qué han hecho Cuna Más, Qali Warma, Juntos, Pensión 65 y Contigo —programas administrados por el Ministerio de Inclusión Social (Midis)— para prevenir y auxiliar a esas 604 personas fallecidas, muchas de ellas niños y ancianos? La cara dura por encima de la vergüenza.

Enviar oficios y notificaciones para “dejar constancia” de las gestiones (procedimiento común en la burocracia nacional) no es suficiente. Destinar los presupuestos a cada departamento tampoco, especialmente si se sabe que el dinero puede ser robado por alguna autoridad ladrona; y lo comprado, almacenado sin que nadie se haga responsable de su distribución.

Así como los audios publicados por IDL-Reporteros, en un primer instante han servido para develar la corrupción en el sistema de justicia, así también las víctima humanas, el ganado muertos, las casas y los sembríos perdidos nos muestran un alto grado de ineficiencia que se traslapa con la corrupción. Ni la distancia ni las dificultades geográficas, ni la dispersión de los poblados más lejanos son argumentos para justificar la irresponsable entrega tardía de ayuda. Lamentablemente los programas de ayuda no se anticipan y son ejecutados después de las lamentaciones.

Gravísimo error de un Gobierno con un jefe del Ejecutivo y un jefe de Gabinete venidos de las provincias.