Estrategia contra la minería

El viernes 31 pasado se desarrolló en Cusco el conversatorio “Situación de los defensores de Derechos Humanos en el sur andino”. No tendría nada de malo y sería solo otra actividad más del movimiento antiminero, si no hubiera asistido un relator especial de las Naciones Unidas. El conversatorio, según indican los organizadores (la ONG Derechos Humanos Sin Fronteras), tuvo como objetivo “promover y proteger los derechos humanos de los defensores”. Y también advertir sobre el trato que se les viene dando “a las y los defensores de derechos humanos en contextos de protestas o manifestaciones, en temas como la defensa del medio ambiente”.

No obstante, causa sorpresa que un relator de la ONU –en este caso Michel Forst– se preste para tamaña puesta en escena. Especialmente cuando los supuestos defensores de los Derechos Humanos son Oscar Mollehuanca, Walter Aduviri y los sindicalistas arequipeños que se opusieron a Tía María. ¿El señor Michel Forst y la ONU conocen, por ejemplo, el caso del clan Los Ladrillos del Sur, dizque defensores de Derechos Humanos que, en realidad y según el Ministerio Público, extorsionaban empresarios arequipeños pidiendo cupos? ¿O el señor Michel Forst conoce el caso de Walter Aduviri, agitador social causante del “aymarazo” del 2011?

Desde este portal queremos creer que las oenegés de izquierda han tomado de los pelos a los funcionarios de la ONU; porque de lo contrario, si saben en realidad lo que ocurre en nuestro país, serían cómplices de las arremetidas del movimiento antiminero contra las inversiones mineras en el sur andino. Sin duda, se trata de una nueva asonada contra las inversiones mineras, sobre todo en Cusco.

¿Y cómo va hasta ahora el paro en el Corredor vial del sur? Tal como lo informamos días atrás, dicha carretera continúa paralizada por los bloqueos. Así, al paro contra Las Bambas, por parte de la comunidad de Urinsaya (en Coporaque), azuzado por organizaciones no gubernamentales, se le ha sumado otro paro; esta vez en contra de Antapaccay, también en Espinar. Las comunidades de Pallpata, Condoroma, Ocoruro, Alto Pichigua y Pichigua, todas en Espinar, desde el domingo pasado han iniciado una paralización contra la ampliación del proyecto Coroccorohua, de la propia Glencore. 

¿Qué está sucediendo en el Corredor Vial del Sur? Como afirmamos arriba, la comunidad de Urinsaya, en el distrito de Coporaque, desde hace días mantiene bloqueada la carretera, exigiendo la nulidad de la Resolución Ministerial N° 372-2018-MTC, que clasifica como vía nacional a parte de la ruta del Corredor Vial del Sur. Los líderes de la comunidad de Urinsaya indican que en el Ministerio de Transportes se ha resuelto clasificar dicha carretera sin haber consultado previamente a las comunidades que conforman este territorio.

El MTC ha implementado el pago a propietarios de los predios de diversas comunidades en Apurímac que son parte del Corredor vial. Y ha dejado afuera de los beneficios a Urinsaya, una comunidad a la que no le corresponden en absoluto esos beneficios, porque no es parte de dicha vía. Esa es la verdadera razón.

Con respecto al paro organizado por las comunidades de Pallpata, Condoroma, Ocoruro, Alto Pichigua y Pichigua contra Glencore, su motivo es exigir la anulación de la resolución del Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (SENACE) que aprueba la Modificatoria de Estudio de Impacto Ambiental del proyecto minero Coroccohuayco. Y no obstante que el Estudio de Impacto Ambiental ha sido aprobado antes por dichas comunidad, con una amplia y mayoritaria participación.

¿De qué se trata entonces el paro? Simplemente de los intereses de las organizaciones no gubernamentales, que quieren paralizar a toda costa las inversiones en el sur andino.