Elecciones impecables para restablecer equilibrio de poderes

Este domingo el Perú elegirá un Congreso para completar el periodo constitucional que culmina el 2021, luego de que el Ejecutivo cerrara el Congreso el pasado 20 de setiembre utilizando una figura inexistente en la Constitución: “la denegación fáctica de la confianza”. Más allá de que el Tribunal Constitucional (TC) haya constitucionalizado la clausura del Legislativo y la polarización que envilece la política, los peruanos de buena voluntad debemos apostar a restablecer el proceso de construcción de instituciones republicanas que ya suma cuatro elecciones sin interrupciones.

Sin embargo, restaurar el camino republicano, a nuestro entender, significa recuperar el equilibrio de poderes que se canceló con el cierre del Congreso y que se constitucionalizó con la extraña e inexplicable –desde el punto de vista constitucional– sentencia del TC. ¿Qué significa restablecer el equilibrio de poderes? Es evidente que una de las principales responsabilidades del nuevo Congreso será reformar la Constitución para precisar el uso de la cuestión de confianza de parte del Ejecutivo para que persistan los contrapesos y controles entre poderes del Estado, que se han relativizado con la mencionada sentencia del TC. Y la necesidad de esta reforma no solo proviene de la defensa del texto constitucional, sino también de la necesidad de evitar precedentes que animen a un futuro caudillo, con apoyo circunstancial de la gente, a utilizar figuras inexistentes en la Carta Política con el objeto de centralizar el poder.

En ese sentido, el nuevo Legislativo tiene una responsabilidad de primer orden. Sin embargo, cualquier camino de reforma constitucional o de precisión de la cuestión de confianza debe evitar que continúe la guerra política, que ha afectado de gravedad a las principales instituciones republicanas; sobre todo las vinculadas los sistemas de justicia y al propio TC, encargado de interpretar el texto constitucional. ¿Cómo se logra este objetivo central? Convocando a un gran diálogo para precisar la cuestión de confianza y garantizando la estabilidad de las instituciones (Ejecutivo, Legislativo, Poder Judicial y otras entidades), de cara hacia las elecciones del 2021.

En este contexto los partidos políticos que estarán presentes en el próximo Legislativo tienen una enorme responsabilidad –quizá más importante que la del próximo Congreso del 2021– porque de sus decisiones y prudencia dependerá el restablecimiento del camino republicano en el Perú. En el nuevo Legislativo, debido a la posible fragmentación de la representación política, es inevitable que surja una gran coalición legislativa que asuma la conducción de la mesa directiva y se proponga determinados acuerdos para gestionar este poder del Estado. Desde este portal hacemos votos para que esos pactos representen objetivos de mediano y largo plazo en reformas constitucionales, legales, económicas y sociales. Únicamente de esa manera la política recuperará la majestad de la que debe gozar en cualquier experiencia republicana.

De otro lado, semejante actitud de los partidos a favor de las convergencias generará las condiciones para alejar a nuestra sociedad de los estallidos sociales que han golpeado a nuestros vecinos y otros países de la región. Igualmente, una manera de evitar las revueltas que caracterizan a las sociedades de ingreso medio (que lentifican sus crecimientos) es una conducta institucional incuestionable. Es decir, elecciones impecables que sean aceptadas por todos. Si las elecciones de este domingo no tienen sombra alguna, todos habremos ganado: el Ejecutivo, el oficialismo, el nuevo Congreso y la oposición que emergerá de estos comicios.

Si las cosas se enrumban de esta manera, el Perú avanzará en el 2021 hacia la quinta elección nacional sin interrupciones, no obstante la guerra Ejecutivo - Legislativo que ha deteriorado dramáticamente a las instituciones republicanas.