El sector privado en auxilio de Arequipa

Ante el evidente fracaso del Estado en la contención de la pandemia, el sector privado en Arequipa ha comenzado una impresionante movilización de recursos para fortalecer una estrategia sanitaria que posibilite detener el avance del coronavirus. Diversas corporaciones y empresas acaban de enviar 40 toneladas de ayuda humanitaria y equipamiento médico a través de “Hombro a Hombro”, la convergencia empresarial organizada por la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa, con el apoyo de Indeci. El Estado, los gobiernos central y regional, entonces, tienen una columna sólida sobre la cual apoyarse.

Dentro de las 40 toneladas de las donaciones empresariales deben considerarse 2,000 canastas de víveres y 500 kits de higiene y gel antibacterial, que se distribuirán en las poblaciones más vulnerables a través de Cáritas. Igualmente deben considerarse 5,000 mascarillas, 5 reguladores de oxígeno Wayrachi, 3,300 protectores faciales y kits básicos de atención primaria contra el Covid-19 –ivermectina, paracetamol, azitromicina– que se entregarán a Essalud.

De otro lado, Southern Perú acaba de anunciar que incrementará la donación de 20,000 litros de oxígeno semanales a 25,000. Un anuncio clave en medio de la escasez general de este elemento, imprescindible para la sobrevivencia de los enfermos con sintomatología avanzada. Casi todo el tejido empresarial arequipeño comienza a movilizarse y a organizarse para auxiliar, sobre todo, a los más vulnerables. 

Igualmente, el Grupo Gloria –a través de Cementos Yura, Concretos Supermix, Leche Gloria y Raciemsa– acaba de anunciar que instalará una planta de oxígeno medicinal. Además el Grupo Breca e Intercorp acaban de señalar que están en primera fila para fortalecer “Hombro a Hombro”. Y las corporaciones y empresas siguen sumándose a esta impresionante movilización privada.

La solidaridad y filantropía empresarial de Arequipa reedita la actitud de los gremios empresariales a nivel nacional, que han realizado enormes donaciones al Estado. Es lo mismo que ha sucedido en Loreto y que sucede en Cajamarca y en otras regiones golpeadas por el virus. En muchas regiones los esfuerzos empresariales se estrellan contra la indolencia y frivolidad de las burocracias, que establecen increíbles procedimientos y trámites para bloquear el apoyo privado.

La falta de voluntad para canalizar la solidaridad empresarial en Arequipa fue evidente con el pasado Gabinete Zevallos y el gobierno regional. Se sabe que, desde mayo pasado, Southern ofreció los 20,000 litros de oxígeno, que pueden llenar 17,000 balones gigantes de este elemento. Sin embargo, los prejuicios ideológicos en el Ejecutivo de ese entonces y el gobierno regional retrasaron la donación hasta que asumió el nuevo Gabinete Cateriano.

Todos estos hechos nos siguen revelando que, ante el fracaso general de Estado en contener la pandemia y evitar que se agrave la recesión, el sector privado se ha convertido en la principal columna sobre la cual se apoya la peruanidad en estos duros momentos de tragedia, no obstante que gran parte del tejido empresarial quebrará por la recesión.

De otro lado vale anotar que el 85% del total de los ingresos fiscales del Estado provienen del sector privado empresarial, en una sociedad con alta informalidad. En otras palabras, sin el sector privado hoy la sociedad estaría al borde del abismo. No permitamos entonces el irresponsable populismo que, por el aplauso de la semana, busca regular precios y mercados a sabiendas de que esas medidas destruyen el tejido empresarial.